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Nos hemos puesto al volante del Volkswagen Golf GTI Clubsport, sin duda, una de las versiones más radicales del Golf. Aunque este coche ya no está a la venta, no quisimos rechazar la oportunidad que la marca nos brindó de poner a prueba es te deportivo compacto que durante generaciones tantos adeptos a ganado, consagrándose, claro está como el GTI por antonomasia.

El Volkswagen Golf GTI, ha sido, es, y será, una institución dentro del mundo de los compactos GTI, y como no, el estandarte para Volkswagen que generación tras generación ha sabido mejorar a este pequeño deportivo para situarlo como líder en un mercado que ya está muy reñido en lo que a competencia se refiere.

La razón de ser de esta versión denominada Clubsport, que ofrece 260 cv y 290 cv con Overboost, es el coche que debía de competir con sus más directos rivales, entre ellos el For Focus ST, el Seat León Cupra 300 o el Peugeot 308 GTI Sport. Esta versión se caracteriza por ofrecer un comportamiento más racing que la versión GTI, incluso que la versión “R”, siendo el ideal para poder disfrutar en circuito, que es el hábitat natural donde mejor se desenvuelve, gracias a un perfecto conjunto formado por motor, chasis, frenos, diferencia, suspensiones y neumáticos.

Esta versión del GTI, es una, sin duda, de las mejores de la historia, y nació para celebrar el 40 aniversario del GOLF GTI. Ahora, en la actual gama 2017, hay una versión denominada GOLF GTI Performance, que monta el propulsor TSI de 245 cv y que puede ser con cambio manual de 6 velocidades o DSG de 7. Es muy probable, que Volkswagen vaya lanzando versiones más radicales del Golf, para equiparlo a sus más directos rivales.

Bajo el capo delantero del Golf GTI Clubsport, encontramos un motor de 4 cilindros 2.0 TFSI Turbo que rinde una potencia de 265cv, y dispone de una función Overboost, que durante unos segundos incrementa esa potencia hasta los 290 cv, ofreciendo además un par motor de 380 Nm entre las 1.700 y las 5.300 rpm. Para aquellos neófitos en materia mecánica, os podemos contar que el Overboost lo que hace es cerrar una válvula de descarga del Turbo para conseguir así aumentar la presión y ofrecer una potencia extra durante unos segundos.

A diferencia del Golf R, el Clubsport transmite la potencia solo al eje delantero, confiando la tracción al diferencial autoblocante mecánico con gestión electrónica, que monta el Golf GTI Performance, pero adaptado a la potencia de este propulsor.

Esta versión se ofrecía con cambio manual de 6 velocidades o con el cambio de doble embrague DSG de 6 velocidades que equipaba nuestra unidad de pruebas, quizás no tan purista como el manual, pero más efectivo para sacar mayor rendimiento a todo el conjunto mecánico y a los 380 Nm de par motor, capaces de mover con mucha soltura los 1.500 kg de esta versión. Manejándolo de forma secuencial puedes alargar más los saltos entre marchas jugando con las levas que encontramos tras el volante de corte deportivo, levas, que, por cierto, son un poco pequeñas (tomen nota Sres. De Volkswagen). En modo automático, la verdad es que nos sorprendió, ya que parece un cambio predictivo que sabe cuándo le vas a pedir más marcha al coche y escasea por tanto lo que suele pasar con estos cambios, que al hacer un kickdown en el acelerador, el coche no sepa cuáles son tus temerosas intenciones y te cree un vacío de potencia dejando un tanto aletargada a la caja de cambios.

El motor ofrece empuje desde abajo, y es muy progresivo a la hora de subir de vueltas durante practicante todo su régimen sin flaquear, además de ir acompañado de un bronco sonido que se vuelve celestial a la hora de hacer reducciones. En lo que a prestaciones se refiere, el Clubsport, acelera con cambio DSG (el de nuestra unidad) de 0 a 100 km/h en tan solo 5,9 segundos y capaz de lanzarse hasta unos generosos 250 km/h. Para el cambio manual, la aceleración es de 6 segundos para alcanzar los 6 segundos y con una velocidad máxima igual.

El Golf Clubsport, es un GTI de uso diario, para ello, una de las claves es el Driving Mode Selection, que nos permite escoger entre tres modos de conducción que en este coche están muy bien diferenciados (Eco, Normal, Sport), y que cambian la personalidad del coche, actuando sobre la dirección, el cambio y la respuesta del acelerador.

El consumo, es quizás, el gran desafío en este coche, pues si bien, circulando por autopista a velocidad de 120 km/h, puedes obtener una cifra de entorno a los 8 litros, en conducción deportiva puedes llegar hasta los 18 litros a los 100, Eso sí, tienes la diversión asegurada por ese plus de consumo.

Para sacar jugo a todo el conjunto, cuyo comportamiento dinámico es ejemplar, VW ha dotado al Clubsport de unas suspensiones más firmes, que son 15 mm más cortas  que en un Golf convencional, unos frenos más potentes y un diferencial autoblocante que harán las delicias a la hora de conducir en extremo a ese coche, que, sin duda alguna, es carne de cañón de carreteras reviradas o incluso de tandas en circuito. Es sin duda, uno de los compactos GTI más rápidos que han pasado por nuestra redacción, haciendo gala de una puesta a punto que lo convierten en un devorador de curvas.

Con el modo Sport activado, y el firme seco, ir rápido, bueno, ir muy rápido es una fácil tarea, ya que este coche además de ser tremendamente deportivo es muy noble, gracias sobre todo al tacto de la dirección que transmite a la perfección todo lo que ocurre en el tren delantero.

Ofrece un paso por curva muy elevado, a la vez que te transmite una capacidad de tracción que te incita a cada vez ir más deprisa cuando lo pruebas, y aunque el tren trasero sea un poco inquieto, para sacarlo de sitio solo tiene un significado, que te has pasado de la raya.

Esta versión del Golf GTI, cuenta con diversos detalles que le diferencian de cualquier otro Golf, como los asientos deportivos con tejido técnico y laterales en alcántara, así como un llamativo volante deportivo multifunción de este mismo material con bordados en rojo. En el exterior, vemos un parachoques diferente al del GTI con unas entradas de aires sobredimensionadas para refrigerar mejor los frenos, un alerón trasero algo más elevado, pinzas de freno en color rojo y unas llantas específicas de 18”.

En la parte trasera, encontramos un nuevo difusor de mayor tamaño, que ha sido trabajado en el túnel del viento por los ingenieros de Volkswagen para proporcionar así mayor carga aerodinámica a esta parte del coche, lo que se traduce en un paso por curva más elevado.

En lo que a equipamiento se refiere, el de serie es bastante completo, ya que ofrece dirección asistida progresiva, faros bixenon, alarma, sistema de recuperación de energía para la frenada, control de crucero adaptativo, o sensores de aparcamiento entre otros. Opcionalmente nuestra unidad de pruebas estaba equipada con backtes delanteros, sistema de navegación Discover Pro con pantalla de 8” y amortiguación adaptativa DCC.

Este coche, nació como conmemoración a los 40 años del Golf GTI, por lo que es un coche de capricho para aquellos que conocen la historia de esta marca, y más concretamente del Golf, que a lo largo de los años ha ido ofreciendo modelos más deportivos y más radicales si cabe, como en este caso, la versión que hoy ocupa nuestra prueba.

Escrito por Miguel Angel Solá

AGRADECIMIENTOS