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A todos los amantes del mundo del mundo del automóvil, y en especial de los deportivos nos encantan esas siglas que las marcas utilizan para identificar a sus creaciones más diabólicas o bien demenciales como las llamamos nosotros. Pues en Audi, utilizan las siglas “RS” para denominar así a todos los modelos que tienen un algo especial, y en este caso, el Audi TT RS Roadster, no lo es menos.

Personalmente tengo que decir que me gusta más el diseño, porque es diseño puro y duro, del TT Coupé frente a la versión Roadster que hoy tenemos ocasión de poner a prueba, pero hemos de reconocer que tiene su encanto también. La perfecta combinación de esta unidad de pruebas en color azul y las llantas de 19” calzadas con neumáticos en medidas 245/35/19 y ese pequeño alerón trasero, a la vez que todos los detalles exteriores que ahora enumeraremos hacen de este TT un caza deportivos, y no solo por una cuestión estética, sino por un comportamiento dinámico que dejaría incluso en jaque a algún que otro deportivo dentro de la casa.

Bajo el capó delantero, este deportivo biplaza, esconde uno de los mejores motores de cinco cilindros turbo que se han fabricado en muchos años. Así pues, el conocido TFSI de 2,5 litros ofrece una potencia de 400cv a 7.000 rpm y un par motor de 480 Nm, disponible entre las 1.700 y las 5.850 rpm. Con estas cifras, este TT es el más potente jamás construido, y os aseguramos que nosotros de los que hemos probado, el más bestia.

Como no podía ser de otra manera, y en aras de sacar un rendimiento óptimo a un propulsor que empieza a sacar todo su esplendor a partir de la zona media de giro, está ensamblado a una caja de cambios de doble embrague de 7 relaciones y que transmite la potencia a ambos ejes a través del infalible sistema de tracción quattro de Audi, que dispone de un diferencial central Haldex y que en condiciones normales envía el 80% del par al tren delantero, salvo en aquellas ocasiones en las que precise enviar hasta un 50% del par al tren trasero, para garantizar así un nivel óptimo de tracción en cualquier circunstancia que pueda aparecer, sobre todo si conduces de forma deportiva, a lo que se suma también el control selectivo de par, encargado de frenar las ruedas que giran en el interior de la curva.

Sus prestaciones son una plena declaración de intenciones de este pequeño Roadster, que acelera de 0 a 100 km en tan solo 3,9 segundos siendo capaz de lanzarse hasta unos cómodos 250 km/h de punta. En lo que a consumos se refiere, en autopista a velocidad de crucero puedes sacar una media sin problemas de entre 8,8 y 9,5 litros, ahora bien, si te gusta pisar el acelerador esa media puede irse hasta unos generosos 20 litros.

El empuje que este Audi ofrece es impresionante. Olvídate de progresividad, como en la mayoría de los motores de hoy en día. Aquí tenemos un turbo a la vieja usanza, así que cuando llegas a la barrera de las 1.700 rpm y entra en acción, sus cinco cilindros empujan hasta las 7.000 rpm ofreciendo además un sonido que no deja indiferente, siendo lo más parecido al del Audi RS de la anterior generación, cuyo sonido debería como ya dijimos en nuestra prueba estar patentado.

En cuanto al diseño, toda la estampa denota deportividad por sus cuatro costados. El frontal, con la parrilla singleframe en forma de panal de abeja, así como las dos entradas de aire que dispone el faldón delantero, como los faros LED, le dan a esta parte del coche una mirada descarada e imponente, reforzada por los sobredimensionados pasos de rueda. En la trasera encontramos una zaga que insinúa con cada uno de los detalles que podemos encontrar, como el difusor trasero de 3 canales, así como por las dos salidas ovaladas de escape o el alerón montado en el portón del maletero.

Algunos de estos elementos, hacen que el TT RS parezca el hermano pequeño del Audi R8, sobre todo cuando accedemos al Cockpit, donde lo primero que nos llama la atención es el volante tridimensional idéntico al del que hace unos meses probamos y que para nosotros es uno de los más bonitos que hay en el mercado, que incorpora el botón de encendido del motor y el mando del Audi Drive Select, que te permite escoger entre 4 modos de conducción más uno personalizable. Tras este encontramos el Audi Virtual Cockpit, que para las versiones RS dispone de una configuración específica que te permite ver representada información destinada a la conducción deportiva como un cuentavueltas situado en el centro de la pantalla, la potencia o el par motor que estás utilizando, así como un indicador de fuerzas G o la función de cronómetro Esta pantalla de 12,3” es totalmente personalizable por el conductor pudiendo además ver la cartografía del navegador perfectamente representada.

Los asientos deportivos RS de nuestra unidad de pruebas estaban tapizados piel de dos tonalidades opcional que proviene del programa de personalización Audi Exclusve y ofrecen una muy buena sujeción del cuerpo y es muy fácil acomodarse en ellos gracias a los diversos reglajes eléctricos de que disponen.

Junto al selector del cambio de doble embrague, encontramos un botón con el que podemos modificar el sonido que brama por los escapes, encargado de abrir las mariposas sin tener que escoger el modo Dynamic a través del Audi Dynamic Select. Este sonido es increíble cuando subes el coche de vueltas, pero los petardeos que ofrece cuando llegas al límite de la zona roja o cuando dejas libre el pedal del acelerador son una verdadera pasada. Hay que destacar como no, que, para poder llevar a cabo salidas fulgurantes, este cambio dispone del laureado Launch Control.

Para manejar todo el sistema de infoentretenimiento disponemos del mando MMI touch, que está situado tras el cambio. Los mandos del climatizador están situados en las propias salidas de aire que simulan ser unas turbinas y que se integran perfectamente en un salpicadero que es simple y que combina a la perfección elementos como la piel y la fibra de carbono.

El maletero no es una de las grandes bazas del TT RS, pero con sus 280 litros de cabida te deja sitio para la maleta del fin de semana, a la ve que dispone de una compuerta que separa al habitáculo para por ejemplo si quieres meter en un interior unos esquíes.

La capota de lona del TT RS Roadster, como todas las capotas, tiene un sofisticado sistema para abrirla y cerrarla, lo que te permite que en tan solo 10 segundos dispongas de unas impresionantes vistas hacia el cielo disfrutando del sol. Esta capota puede accionarse con el coche en marcha hasta una velocidad máxima de 50 km/h.

El precio de este TT RS Roadster, está disponible desde 82.900€, sin los opcionales que nuestra unidad de pruebas equipaba, entre los que cabe destacar el sistema de suspensión adaptativa, ajuste eléctrico de los asientos, calefacción de los asientos, pintura Audi Exclusive, sistema de sonido Bang & Olufsen, retrovisores en carbono, el escape con sonido RS o los frenos cerámicos que pueden incrementar la factura hasta los casi 100.000€.

Precisamente esta semana Audi ha presentado a la nueva generación del Audi TT, así que tendremos que esperar unas semanas para que el nuevo TT RS esté disponible en la página web del fabricante.

Ponerte al volante de un TT ya es una experiencia, pero hacerlo sabiendo que tienes bajo el pie derecho 400cv y que dispones de uno de los motores de 5 cilindros más premiados de la historia de la marca es una garantía de que te lo vas a pasar bien. Para nuestra prueba nos desplazamos por la autopista hacia los alrededores de Port Aventura, donde pudimos comprobar que viajando a 120 km/h con la capota bajada, puedes mantener sin problema una conversación en el habitáculo sin necesidad de alzar la voz.

La suspensión es dura, pero nos ha sorprendido mucho que, por ejemplo, la del RS5 lo es más todavía en condiciones normales y sin tener activado el modo Sport. Aun así, para viajar por autopista no es un coche incómodo, teniendo en cuenta su concepción de deportivo biplaza.

Sus 4,19 metros de largo, lo convierten en un coche con una dinámica muy divertida, a la vez que muy efectiva y sobre todo permisiva, gracias a un compendio entre el chasis, la suspensión, la electrónica y el sistema de tracción quattro que hace gala de llevar siempre el TT RS por railes evitando en todo momento que se salga de ellos.

En carretera de montaña, en aquellas zonas de reviradas curvas entrelazadas y sin apenas espacio para acelerar, el paso por curva que ofrece es impresionante, a la vez que la forma que tiene de entrar y salir al acelerar a fondo. Es una pena que no hayamos podido poner a prueba este coche en circuito, nos hubiera encantado poder disfrutar de una serie de vueltas rápidas para ver como se comporta en lo que podría ser su hábitat natural. La dirección no solo es precisa, sino que transmite bastante al conductor y los frenos de 370 mm con pinzas de 8 pistones son el mejor aliado para poder frenar el coche de manera contundente a la hora de conducir de forma deportiva.

He tenido ocasión de poner a prueba varias generaciones y modelos del Audi TT, pero os puedo asegurar que este coche, me ha dejado prendado ya que es lo más parecido a un Audi R8 en lo que comportamiento dinámico se refiere y las sensaciones que ofrece tras el volante, además, claro está, de poder disfrutar todo esto sintiendo el sol y el viento en la cara.

Escrito por, Miguel Angel Solá

Agradecimientos

  • Audi España
  • Belen Fábregas
  • Fotografías: Agency 360