Esta es la tercera vez que nos ponemos al volante de un BMW X4, y lo hacemos con la versión de acceso a la gama diésel, la variante X4 20d equipada con el eficiente sistema de tracción integral BMW xDrive, con el que sacar mayor partido a este SAC es toda una delicia.
El diseño del X4, es sin duda su más brillante tarjeta de presentación, de igual manera le pasa a su hermano mayor el X6. Ambos modelos, son dos coches con un estilo propio, y de aquellos que tienen tantos fans como detractores. Nuestra unidad de pruebas lucía el pack M Sport, que le otorga al X4 un corte y aire deportivo que no desentona para nada con un conjunto que ofrece además de un comportamiento dinámico en carretera excepcional, un comportamiento off-road inusual para este tipo de coches.
Su configuración interior, le permite acoger 5 plazas, aunque la verdad es que la tercera plaza trasera, no disfrutará de la comodidad de las otras dos, pues en la parte más baja el abultado tren de transmisión deja poco o ningún espacio para las piernas. El maletero da cabida cómodamente a los 500 litros que anuncia la marca, y que fácilmente pueden ser ampliados con tan solo abatir los asientos y respaldos traseros para conseguir unos merecedores 1.400 litros de capacidad.
Bajo el piso del maletero, encontramos una bandeja con una serie de huecos que se puede aprovechar para dejar el extintor, los triángulos o el botiquín, entre otros. Dado que carece de rueda de recambio o kit anti pinchazos, los neumáticos del 4 son de tipo Run flat, con los que se puede rodar a 80 km/hora durante un máximo de 80 kilómetros.
El interior del X4 no difiere de otros modelos de la marca, en los que BMW ha impreso en sello estándar en las nuevas configuraciones que ha llevado a cabo en los últimos años, en la que la sobriedad se fusiona con la elegancia y el cuidado de los materiales que la marca utiliza en cada uno de sus modelos, para conseguir un refinado habitáculo que hace gala de un nivel de acabados impresionante.
La posición de conducción quizás es más propia a la de un coupé que a la de un SUV, ya que los asientos delanteros están dispuestos a una altura perfecta para conducir sin tener la sensación de ir muy altos. Los asientos deportivos de esta unidad (disponibles en opción) realizados en cuero Nevada, sujetan el cuerpo a la maravilla, gracias, claro está, a los diferentes reglajes eléctricos que encontramos para poder acomodarnos.
En lo que a equipamiento se refiere, nuestro X4 estaba equipado con casi todo lo disponible, como los asientos de cuero con reglaje eléctrico y calefactados, llantas de 19”, neumáticos runflat, cámara de 360º, navegador profesional o el Head up Display que es tan curioso como útil, pues la información proyectada en la luneta delantera se ve a la perfección de un solo vistazo sin tener que agachar la vista al salpicadero. Estas y más opciones destinadas no solo al confort, sino para velar por la seguridad de los ocupantes, son algunos de los elementos a los que podemos optar dentro de la larga lista de opcionales que BMW ofrece para el X4.
El salpicadero, en el que encontramos dos grandes esferas separadas por una pantalla multifunción que nos hace de ordenador de a bordo, entre otras funciones, la información se lee claramente. Bajo estas, encontramos un útil indicador de consumo, así como el funcionamiento del Effycient Dynamics.
El centro de la consola está presidido por una pantalla de 8” que nos ofrece la información de configuración del coche, así como la navegación cuya cartografía encontramos que es de las mejores del mercado sobre todo en lo que a la realidad 3D se refiere. Desde aquí se puede controlar también el sistema de sonido, la climatización, los diferentes modos de conducción (Eco Pro, Comfort, Sport y Sport +) , el acceso a internet o los datos de rendimiento del motor que vienen especificados con dos relojes que nos marcan la potencia que utilizamos en todo momento y la cifra de par motor, así como el indicador de estado del sistema xDrive en la pantalla Control Display que informa sobre la inclinación lateral y longitudinal del coche mediante una representación gráfica tridimensional.
En la parte más baja de la consola, encontramos el selector del cambio, junto a una serie de botones entre los que encontramos el desconectador del control de tracción, el asistente para bajadas pronunciadas (útil para conducción off-road), el selector de modos de conducción o el conector de la cámara delantera o periférica.
En lo que a equipamiento se refiere, nuestro X4, montaba un elenco de paquetes y gadgets entre los que encontramos el acabado xLine que incluye molduras laterales en la carrocería, protector de bajo en el parachoques delantero, llantas de 19 pulgadas, umbrales de las puertas de aluminio con la inscripción xLine o la exclusiva tapicería de cuero nevada con la inscripción xLine en los reposacabezas.
A nivel tecnológico y comunicaciones, el paquete BMW Servicios Connected Drive ofrece información muy útil, como el estado del tráfico y Concierge Services. Dentro del paquete innovación encontramos el sistema de navegación Professional, el muy útil head-up display, telefonía confort con conexión ampliada para Smartphone y avisador y limitador de velocidad. El paquete confort nos ofrece soporte lumbar para los asientos delanteros y calefacción, así como una serie de compartimentos repartidos por el habitáculo y el Pack visibilidad, faros LED adaptativos, asistente de luz en carretera, faros antiniebla LED y lavafaros.
Por si esto fuera poco, pero algo norma en las unidades que la marca destina a prueba para prensa, el equipamiento estaba ampliado con el Driving Assistant Plus (aviso de aproximación, control de crucero adaptativo), cámara para marcha atrás, sistema de sonido potenciado con 9 altavoces y 205 W, asientos deportivos, control electrónico de la suspensión y techo solar eléctrico entre otros muchos elementos que ya forman parte de la configuración estándar del coche.
Bajo el capó delantero, disponíamos del motor diésel de acceso a la gama, un propulsor de 4 cilindros con tecnología BMW Twin Power Turbo, de 2.000 cc que desarrolla una potencia de 190cv a 4.000 rpm y un par motor de 400 Nm.
Para acelerar de 0 a 100 km/h, el X4 xDrive20d apenas necesita 8,0 segundos, algo que en parte se logra gracias al impecable funcionamiento de la caja de cambios Steptronic de ocho velocidades, y es capaz de lanzarse hasta los 210 km/h .
En lo que a consumos se refiere, el X4 20d, anuncia unas cifras que oscilan entre los 4,9 y los 5,3 litros a los 100 km y nuestra media más baja fue de 6,4 litros a los 100 km. A pesar de esto, el depósito de 67 litros hace que el modelo ofrezca autonomías elevadas.
Unos de los elementos que controlan la respuesta del motor y su entrega, es el sistema de tracción integral xDrive, encargado de controlar el par que recibe cada una de las ruedas, que varía en función del modo de conducción que tengamos seleccionado. Con el modo Sport, o Sport +, el eje trasero recibe más par que el delantero, por lo que la conducción se vuelve más dinámica y deportiva si cabe.
Durante los días que tuvimos este BMW X4, estuvo lloviendo de forma incesante, lo que nos llevó, a poder probarlo en situaciones que son adeptas para este modelo, y no nos referimos a meterlo por una simple pista forestal, sino a meterlo en el barro y en un riachuelo, por el que nos demostró la efectividad del sistema de tracción xDrive, que puede sacarte de cualquier apuro.
Como podéis apreciar en las fotos, vadear un riachuelo es algo que se puede hacer si ningún tipo de problema, eso sí, tan solo debes de tener cuidado, como fue nuestro caso con los neumáticos, pues no eran los mejores para hacer este tipo de actividad, aun así, demostró una gran capacidad de tracción en todo momento.
En carretera y autopista el X4 resulta ser un gran viajero con el que hacer kilómetros y kilómetros es una tarea muy fácil, pues lo tiene todo para llevar hacía el éxtasis a conductor y acompañantes.
Si quieres buscar más sensaciones, este X4 promete y mucho, así que cualquier carretera de curvas será bien avenida por un conjunto que gracias al sistema de suspensión deportiva fruto del paquete M Sport, hacen que parezca que conduces un coupé en vez de un SUV. El aplomo, y el buen paso por curva que tiene es admirable en un coche de estas características.
La dirección eléctrica variable es muy precisa, y si escogemos el modo Sport o Sport + para conducir, su dureza te da mucha confianza a la hora de apuntar con el morro del coche antes de entrar en las curvas y posteriormente para trazarlas.
En nuestra redacción, somo fans incondicionales de los SUV, o en esta caso de los SAC, como el X4, que ofrece como nuestro título indica, lo mejor dos mundos, pero con un tamaño, un peso y una maniobrabilidad para asfalto y el campo que lo convierten en un candidato merecedor de un puesto en nuestro garaje ideal.
Agradecimientos
- BMW España
- BMW Group Prensa
- Omya Clariana
- Fotografías: Miguel Angel Solá
- Probador: Belén Fábregas