Tras haber probado varias versiones de la gama de modelos de MINI, esta vez nos hemos puesto al volante de la versión más potente que la marca ha fabricado hasta la fecha, el nuevo MINI John Cooper Works que esconde bajo su capó delantero nada más y nada menos que 231 cv!!!.
Este MINI está fabricado con la plataforma utilizada por BMW denominada UKL1, bajo la que se fabrican el Active Tourer y sobre la que se fabricarán el resto de versiones de MINI como podrán ser los nuevos Countryman o Clubman. Su talla de 3.850 mm de largo, por 1727 mm de ancho y 1.414 mm de alto, le llevan a que sea encajonado dentro del segmento B, como coche compacto, siento un rival a tener en cuenta dentro de aquellos mas deportivos.
Nuestra unidad de pruebas lucía la combinación de color verde, denominada Rebel Green, combinada con un llamativo color rojo para el techo y algunos detalles que recorren la carrocería del coche que acentuaban su imagen de rebelde sin causa.
El interior, recibe muchos cambios, adaptando a este MINI a las nuevas normas de la casa, en las que se ve claramente la mano de BMW en algunos elementos y detalles. Tras abrir la puerta, lo primero que llama la atención son los exclusivos backets creados para este modelo, tapizados en cuero y alcántara que ofrecen no solo una sujeción perfecta, sino que además son cómodos para su uso a diario. El volante de justo tamaño y corte deportivo, dispone de levas para el control del cambio de forma secuencial, además de diversas funciones.
La sensación que tienes cuando te sientas en los backtes es la de que eres un piloto que acaba de entrar en su cockpit, ya que la posición de conducción es realmente deportiva y se enfatiza más todavía con el interior del coche. Por lo demás, el salpicadero sigue las líneas y estética de los actuales MINI, donde vemos un pequeño cuadro de mandos tras el volante, y una singular consola central en la que encontramos la pantalla que nos ofrece la información de la navegación, el audio, el teléfono o algunos parámetros de la configuración del coche, así como unos indicadores deportivos que nos informan de la potencia y el par motor que utilizamos en todo momento.
Las dos plazas delanteras son realmente cómodas, y las traseras, como en la mayoría de los MINI son algo justas, por no decir, aunque den cabida a 4 adultos. El maletero tiene una capacidad de 211 litros, más que suficientes para llevar tu maleta y la de tu acompañante para un fin de semana o las compras del supermercado sin problema alguno.
Bajo el capó delantero, encontramos al alma de la fiesta. Un motor de cuatro cilindros provisto de la tecnología MINI TwinPower Turbo, de 2.0 litros de cilindrada que ofrece una cifra de 231 cv y un par motor de 320 Nm. Es un propulsor elástico, que sube muy fácilmente de vueltas acompañado de un cambio Steptronic de 6 velocidades que puede utilizarse de forma secuencial con las levas que hay tras el volante, cuyos cambios son muy rápidos a la vez que precisos. La verdad, es que vale la pena pagar el sobre coste de 2.000€ de esta opción, pues le puedes sacar más provecho a la mecánica.
Sus prestaciones avalan su denominación, ya que acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 6,1 segundos y es capaz de lanzarse hasta los 246 km/H, velocidad reservada para circuitos o autopistas alemanas. No solo es un coche rápido, sino que también es eficiente, y prueba de ello es la cifra de consumo de 5,7 litros a los 100 km que la marca ha homologado, aunque si quieres divertirte con él, la verás aumentada hasta los 9,3 litros a los 100, como fue nuestro caso, pero para llegar a estas cifras, tienes que ir rápido. En autopista, a 100-120 km/h fácil es ver en el ordenador de abordo cifras de entre 4,5 y 5,0 litros.
En lo que a equipamiento se refiere, nuestro MINI estaba a la orden del día en lo que a seguridad activa y pasiva se refiere, además de contar con otros elementos que nos hacen la vida más fácil a la hora de conducir. Desde el Driving Assistant, que cuenta con el sistema de regulación activa de velocidad, aviso de acercamiento al coche que llevas delante, presencia de peatones con activación de frenos o el sistema de detección de señales de tráfico, la dirección asistida electromecánicamente, el control electrónico del diferencial (EDLC), el control dinámico de la tracción (DTC) o el control de frenada en curva (CBC) y el repartidor electrónico de frenada (EBV) entre muchos otros, que forman parte del equipamiento de serie o del opcional.
Cuando seleccionas el modo Sport, lo primero que percibes, es un sonido que proviene del escape que es embriagador, y que no solo es bonito cuando aceleras, sino cuando reduces y escuchas esos “míticos” petardeos que acompañan la retención del motor. En este modo, el tacto de acelerador es más delicado, la dirección se endurece, pero sigue siendo lo directa que puedes esperar en un MINI, y el cambio Steptronic, ajusta los cambios para sacar mayor rendimiento al motor.
La dirección, es lo que siempre nos llama más la atención a la hora de probar un MINI, pues es realmente directa a la vez que efectiva. Con tan solo girar un cuarto de vuelta el volante, ya tienes a tu disposición toda la efectividad que precisaras para trazar cualquier tipo de curva. El conjunto parece que vaya guiado por railes, de los que para salirte de ellos hasta con la electrónica desconectada es difícil, salvo que cometas algún error de conducción, que fácil es corregir, dicho sea de paso por lo permisivo que es.
Siendo un compacto deportivo, lo que te esperas de este coche, es que su comportamiento sea reamente radical, pues así la marca lo vende con su “slogan” del MINI más potente jamás construido. Pero lo que te sorprende de verdad, es que es un MINI para uso diario, con el que puedes hacer tu vida más fácil, claro está con las limitaciones de sus medidas. Aún así, no deja de ser un coche que transmite todo lo que quieras hacer con él al volante de forma fascinante, como lo hacían antaño sus predecesores.
Escrito por Miguel Angel Solá
AGRADECIMIENTOS
- MINI España
- BMW Group Prensa
- Fotografias : Miguel Angel Solá
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