Dicen que la vida siempre da dos oportunidades, y en nuestro caso, nos sentimos muy afortunados, porque hemos podido probar el Porsche 911 GT3 en dos ocasiones, gracias a la inestimable colaboración con Centro Porsche Barcelona.
Con la primera de las pruebas, que podéis leer en nuestra web, ya advertimos que este coche era un deportivo en toda regla, un Porsche ideal para hacer Track Days, y para sacar a quien vaya tras el volante, al piloto que lleva dentro.
Ahora, nos hemos puesto de nuevo al volante del GT3, sabiendo, además, que podría ser una de las últimas unidades con motor de combustión sin ningún tipo de apoyo eléctrico. Aunque no está confirmado por la marca, su futuro en temas de electrificación es posible que lleve a modelos como este a someterlos a un proceso de hibridación.
Por esta razón, el hecho de poder adquirir una unidad de este Porsche es una buena inversión, para aquellos nostálgicos de la “gasolina” que quieran tener en su garaje a un deportivo puro, es por ello que, en Centro Porsche Barcelona, podrás encontrar unidades del GT3 disponibles.
MECÁNICA Y DINÁMICA
Vamos al grano, ya que podéis leer en la otra prueba que hicimos, la historia de este coche, así que nos saltamos esa parte para ir directamente a lo que importa, su motor y su dinámica de conducción.
Bajo el capó trasero y en posición central, como no podía ser de otra manera en un 911, encontramos un motor de 6 cilindros bóxer atmosférico, de 4 litros, que poco tiene que ver con la gama 992 y mucho con el Porsche GT3 Cup. Desarrolla una potencia de 510CV y dispone de un par motor de 470 Nm. Quizás estas cifras hoy en día no parezcan mucho, pero hemos de pensar en todo momento, que estamos frente a un propulsor que carece de ningún sistema de sobre alimentación, lo que tiene sus cosas buenas y malas.
Con todo esto, acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y es capaz de lanzarse cómodamente hasta los 318 km/h de velocidad punta. Aunque quizás otra de las cifras a mencionar es el 0 a 200 km/h de 10,8 segundos.
Este motor se construye en la misma línea de producción que las unidades de competición, así que cuenta con seis válvulas de mariposa de aceleración que actúan de forma individual, así como con un sistema de escape en acero inoxidable que ofrece, sinceramente un sonido celestial, cuando estiras las marchas.
El cambio de nuestra unidad de pruebas es el bien merecido PDK de siete velocidades, que es 20 kg más ligero que el cambio manual, además, incorpora un sistema de vectorización de par a través de un bloqueo de diferencial electrónico, para garantizar siempre la mejor tracción al asfalto a la hora de transmitir todo el potencial, mientras que el cambio manual tiene un bloqueo de diferencial trasero mecánico, de ahí su sobrepeso. Y hablando de peso, el 911 GT3 lastra una cifra de 1.435kg, cifra que todavía puede adelgazarse un poco con elementos como el sistema de frenos carbocerámicos que ahora un total de 17 kg a todo el conjunto.
Esta caja de cambios es impresionante a la velocidad que actúa y como engrana las marchas a la vez que sube de vueltas el motor, ofreciendo unos cambios precisos como el bisturí de un cirujano. Por sacarle alguna pega en frío es algo lenta y ruidosa, pero hemos de pensar que tenemos frente a nosotros a un deportivo que deriva de los modelos de competición de Porsche, lo que no es un mal fallo, sino todo un halago.
Sube de vueltas con una facilidad pasmosa hasta las 8.4000 rpm que es el momento álgido del motor de 6 cilindros pues llega al culmen de la entrega de potencia, mientras que su par motor lo encontramos a 6.100 rpm, lo que se traduce en que, en la zona media de giro, aun careciendo de un turbo, es un motor vivo.
Para conducir este Porsche encontramos un selector de modos de conducción que nos permite escoger entre Normal, Sport o Track, cada uno de ellos perfectamente optimizado para disfrutar del GT3 en escenarios diferentes, como bien podría ser una carretera de curvas, la autopista o un circuito, su hábitat natural.
Los frenos, son un elemento clave en este coche y aunque nuestra unidad de pruebas no llevaba los opcionales carbocerámicos, encontramos unos discos de acero perforados de 408mm con pinzas de 6 pistones para el eje delantero y de 390 mm para el trasero, que cumplen sobradamente con el cometido de detener al GT3 en cualquier circunstancia, siendo además como pudimos comprobar, bastante infatigables al abuso de frenadas constantes.
Este Porsche ha sido desarrollado tomando elementos del Porsche 911 RSR de competición, del que ha heredado la suspensión delantera de doble horquilla, encargada de ayudar a que gran parte de los neumáticos estén en contacto con la asfalto a medida que aumentan las fuerzas laterales en los apoyos de las curvas. Además, los brazos superiores e inferiores están articulados, lo que se traduce en mayor afinamiento de la dirección y por ende en mayor estabilidad. En el eje trasero activo, encontramos también un nuevo esquema de suspensiones, además de poder regular el ángulo de convergencia o la inclinación por si decidimos entrar en pista con el GT3.
¿Es un Porsche para uso diario? Nosotros creemos que no, pero el sistema PASM de Porsche hace todo lo posible para que así sea, aunque es irremediable castañear los dientes cada vez que pasas por encima de un bache. Indispensable, en este deportivo, el sistema lift para el tren delantero, si no quieres andar rascando el faldón delantero en cada badén o entrada de garaje.
PRECIO Y OPCIONES
El precio de salida del Porsche 911 GT3 es de 223.000€, a lo que, si le sumamos elementos como la pintura exterior Speed Yellow, las llantas pintadas en negro satinado, paquete Club Sport con extintor, paquete Chrono o el Park Assist Trasero entre otros, incrementamos la factura hasta unos generosos 245.700€. Ahora bien, juzgar si este coche es caro o barato, depende de su futuro, ya que como os hemos comentado y teniendo en cuenta que será el último GT3 con motor atmosférico sin incluir ningún sistema de hibridación, posiblemente estemos frente a una inversión, pues siempre habrá algún nostálgico que busque para su garaje un deportivo de esta casta.
Si la primera de las unidades que pasó por nuestra redacción en color Blue Shark, era simplemente espectacular, ¿qué nos decís de esta en Speed Yellow?. Este color en combinación con todos los elementos negros del exterior incluidas las preciosas llantas de 20” Y 21″ calzadas con unos neumáticos clave para el GT3, hablamos de unos Michelín Pilot Sport Cup 2 en medidas 255/35/20 y 315/30/21 para el tren trasero, siendo el complemento ideal para un Track Day, que conforman una sintonía extremadamente deportiva, a la que se une el prominente alerón trasero, que genera hasta 231 kg de carga aerodinámica a la trasera del coche, lo que, unido a elementos como el spoiler delantero, el fondo plano o el difusor, lo convierten en una verdadera tabla de planchar que va, literalmente pegada al suelo. Un detalle a comentar es que, regulando la inclinación del alerón, podemos generar hasta 385 kg de carga negativa. Por aquello de si algún día su propietario decide rodar en un circuito rápido y precisa de mayor downforce.
En el habitáculo se respira lo que esperas, un ambiente racing total, gracias a los backets de carbono, así como a la jaula de acero que encontramos en la parte posterior de estos. Estos asientos sujetan el cuerpo a la perfección, además de disponer de dos sistemas de retención, el cinturón convencional y otro de tres anclajes para su uso en circuito. Está claro que no son los mejores amigos para hacer un viaje, pero tampoco son demasiado incómodos.
El cuadro de mandos es el nuevo dispone de un modo denominado Track Screen, que cuenta además con un cuentarrevoluciones analógico en la parte central, dejando las esferas digitales laterales para ofrecer información que proviene del ordenador de a bordo, la presión y temperatura de los neumáticos, la velocidad a la que circulamos, un medidor de fuerzas G o la vista parcial del sistema de navegación entre otros.
El volante, para nuestro gusto es de tamaño perfecto, pero es grosor es algo fino, nos hubiera encantado encontrar algo más tipo a los volantes de los M de BMW. Dispone de un selector de modos de conducción a modo de mando giratorio, así como de teclas para poder acceder a algunas funciones sin tener que apartar la vista.
Bajo el infotaiment encontramos tres pulsadores para ajustar el sonido del motor, el sistema de amortiguación asi como para desactivar el control de tracción y de estabilidad por separado. Con estos accesos directos, así no tenemos que buscar estas funciones de forma engorrosa en la pantalla central.
EN CARRETERA
El Porsche 911 GT3 invita en todo momento a sacar lo mejor de quien lo conduce. Sentarse en los backets, ponerlo en marcha, escuchar el sonido mecánico de su propulsor ya es toda una delicia, pero más lo es todavía, circular con él sintiendo que vas en un deportivo pensado para su uso en circuito, y eso es algo que está latente en todo momento.
Las carreteras de montaña a falta de un trazado son su especialidad, aquí es donde demuestra que todo en este coche está pensado por y para disfrutarlo trazando cada una de las curvas que te encuentres en tu camino. El motor empuja muy bien, eso sí, no lo hace desde baja vueltas por la ausencia de un turbo, pero una vez entra en vereda, la aceleración es brutal, además de que la acompaña un sonido impresionante que inunda el habitáculo, haciéndote recordar lo que llevas entre manos. En ese punto, las marchas se suceden una tras otras, y la aguja del cuentarrevoluciones sube a la par que la cifra del cuentakilómetros.
El paso por curva es simplemente celestial. No titubea ni lo más mínimo y parece que va sobre railes salvo que decidas empezar a jugar con los modos de conducción, seleccionar el modo Track y desconectar toda la electrónica. Aún así, os aseguramos que esto es un Porsche, exigente de conducir, pero noble de reacciones y si lo sabes domar bien, te permite hacer diabluras al volante, pero sin sobresaltos.
Todo el conjunto está optimizado para rendir sin contemplaciones ante la carretera que le pongas por delante, sacándote una sonrisa metro tras metro, y sin ponerte en apuros innecesarios por sus reacciones “gamberras”, pero nobles a la vez. Los frenos, sin duda son el mejor de los aliados, pues tanto corre tanto debe frenar, y la verdad es que estos discos de acero nos dejaron gratamente sorprendidos, aunque todavía tenemos el recuero de los carbo cerámicos de la otra unidad que tuvimos ocasión de probar.
Conclusión
De nuevo, este Porsche 911 GT3 nos ha robado el corazón y nos ha hecho pensar que no hacen falta 1.000cv para disfrutar de un deportivo, habiendo nacido este por y para la competición. Es un coche divertido, nervioso y preciso, aunque está claro que, para ir rápido con él, tienes que saber muy bien lo que llevas entre manos, porque tu alma de piloto estará siempre latente, dejando de lado a ese conductor que todos llevamos dentro.
Sin duda alguna nos tenemos que quitar el sombrero ante Porsche, y la verdad es que nos encantarían dos cosas; poder probarlo en circuito y probar la versión GT3 RS, así que tomen nota en Centro Porsche Barcelona de ambas peticiones.
Escrito por, Miguel Angel Solá
Agradecimientos
Fotografías: