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Tras una importante inversión en la industrialización del zafiro en varios colores (transparente, negro, amarillo, azul y rojo) –el material más difícil de fabricar– a fin de contar con las cantidades necesarias para la creación de sus modelos, y dada la imposibilidad de conseguir un verde esmeralda con este material, Hublot se puso a explorar otras vías. La marca ha recreado el diseño ultratécnico y contemporáneo del modelo MP-11 fabricando su caja con un material innovador inédito en el mundo de la relojería. Dotado de un verde profundo que rivaliza con las más bellas esmeraldas, el SAXEM combina una resistencia inigualable con un brillo cercano al del diamante. En su interior, y con total transparencia, late un calibre patentado de cuerda manual con una excepcional reserva de marcha de 14 días, algo de lo que se ocupan siete barriletes que muestra la esfera.

Con el nuevo Big Bang MP-11, Hublot reafirma su soberanía en el terreno de la innovación, tanto desde el punto de vista técnico como estético. Al ofrecer a los apasionados de las sorpresas un material de vanguardia que se utiliza en aplicaciones de alta tecnología (en satélites, por ejemplo) y unirlo a un movimiento patentado con unas prestaciones que harán historia, hemos dado un paso más en el Arte de la Fusión.

Hublot reafirma su liderazgo en la innovación con el MP-11. Tras el carbono 3D y el zafiro transparente, emplea un material de alta tecnología nunca antes utilizado para fabricar la caja de un reloj. Su nombre, SAXEM, significa (por sus siglas en inglés) Zafiro, Aluminio, Óxido y Mineral de Tierras Raras. Para obtener esa tonalidad verde, esa transparencia y ese brillo sin igual, la casa Hublot, posicionada como líder en el concepto de la fusión, mezcló el óxido de aluminio, componente base del zafiro, con tierras raras, como el tulio y el holmio, además del cromo. Resultado: un material que es a la vez más duro que la esmeralda (excesivamente blanda para someterla a procesos de mecanización) y dotado de un brillo superior al del zafiro. Además, ofrece otras ventajas: la ausencia de tensiones en el material, le confiere una gran estabilidad durante el moldeado, y su estructura cristalina de tipo cúbico garantiza un mismo matiz y una misma intensidad de color, sea cual sea el ángulo desde el que se observe la caja. El SAXEM verde, íntegramente pulido, crea de ese modo un contraste de gran carácter con sus seis tornillos de titanio negro pulido y microgranallado en forma de H en el bisel, así como con la corona negra, que combina con el titanio y los insertos de caucho.

Una mecánica de alto rendimiento

Dentro de este innovador chasis encontramos un motor excepcional: en el corazón del Big Bang MP-11 late un calibre patentado de esqueleto de cuerda manual, dotado de una reserva de marcha fuera de lo común de dos semanas. Hublot ha realizado esta proeza gracias a una original y espectacular arquitectura para su mecanismo que integra siete barriletes acoplados en serie (un grupo que alcanza un grosor muy razonable de 10,92 mm). Pero este no fue el único desafío: para permitir la transmisión de energía entre el eje horizontal de los barriletes y el engranaje vertical que controla la visualización de las horas y minutos, los creadores de este magnífico reloj recurrieron a un sistema pocas veces visto en el universo de la relojería: un giro de 90 grados a través de una rueda de engranajes de dentado helicoidal, del tipo «tornillo sin fin». Para garantizar un correcto equilibrio estético en relación con esa rueda helicoidal visible a las 10 h, el péndulo de rutenio antracita se ha desplazado en la esfera a una posición simétrica a las 2 h. El calibre Hublot HUB0911, compuesto de 270 piezas, se distingue asimismo por su sistema de raquetería patentado, su escape elaborado en silicio y sus puentes y su platina negros. La reserva de marcha se muestra directamente en un cilindro colocado a la izquierda de los siete barriletes; sobre el cristal de zafiro puede leerse la inscripción DAY POWER RESERVE. La legibilidad de la esfera auxiliar de horas y minutos se ve reforzada por agujas e índices resaltados gracias a un revestimiento luminiscente de color verde. El cristal de zafiro con tratamiento antirreflejos y el bisel de SAXEM verde se destacan por su abombamiento sobre la forma de los barriletes cilíndricos, una hazaña de ingeniería que permite crear un efecto lupa sobre el indicador de la reserva de marcha.

Una edición limitada de 20 ejemplares

La cuerda manual del Big Bang MP-11 de SAXEM se lleva a cabo a través de la gran corona acanalada del reloj, dotada de un relieve del tipo «tornillo sin fin» que evoca la rueda helicoidal, o bien con ayuda de un estilete eléctrico Torx inspirado en las carreras automovilísticas. El reloj cuenta con una correa de caucho negro decorada con líneas oblicuas, haciéndose eco del diseño de la corona. Esta maravilla de la técnica y la transparencia se ha editado en una serie limitada de 20 ejemplares. Un golpe de efecto reservado para los auténticos connaisseurs.