Hace unas semanas, Audi nos convocó en su sede madrileña, ubicada en la Torre de Cristal, edificio que ya forma parte del exquisito skyline de la capital, para presentarnos al nuevo y recién llegado Audi Q5.
Estamos frente a la segunda generación del modelo más vendido por la marca, y que cuenta en su haber con más de 1,5 millones de unidades vendidas en todo el mundo, siendo, además, uno de los SUV Premium más demandados por el público. Tal es la fijación de Audi, por este modelo, que han construido una factoría en México de la que saldrán unas 150.000 unidades anuales, destinadas al mercado americano y europeo.
Aunque este nuevo Audi Q5, tenga rasgos semejantes a su anterior generación, nos encontramos ante un coche totalmente nuevo, que comparte la plataforma modular MLB de su hermano mayor el Q7, con el que guarda a nuestro entender un cierto parecido, aunque miniaturizado, no solo en el exterior sino también en el interior. La utilización de esta plataforma, le ha permitido someterse a una dieta de adelgazamiento, con la que ha perdido nada menos que 90 kg, para ofrecer sin duda, un mejor comportamiento dinámico.
Ahora, dispone de unas medidas de 4,66 metros de longitud, 1,89 metros de anchura y 1,66 metros de altura, a la vez que aumenta la distancia entre ejes 13 mm para llegar hasta los 2,82 metros.
Son muchos los que piensan que Audi, cuando renueva sus modelos, es algo continuista, pero, si algo funciona, ¿Por qué cambiarlo? Conceptualmente este nuevo Audi Q5, tiene alguna similitud con su anterior generación, pero es un SUV totalmente nuevo, que adopta las nuevas líneas de lenguaje de la marca, que hemos visto en muchos de los nuevos modelos que últimamente se han presentado.
Su nueva línea parece ahora más estilizada, desde los dos trazos que podemos ver en el capó delantero, hasta las nuevas líneas horizontales que recorren todo el coche hasta la zaga, le confieren un aspecto más deportivo a todo el conjunto, enfatizando su lado más campero con unos pasos de rueda sobre dimensionados. El lenguaje de diseño que utiliza, es al que la mara de los 5 aros nos está acostumbrando en todos sus últimos lanzamientos, y de la que la parrilla tridimensional single Frame se ha consolidado como un perfecto sello de identidad.
En lo que a mecánica se refiere, por el momento, hay disponibles 4 motorizaciones; un gasolina, con el motor TFSI 2.0 de 252 cv, y 3 motores TDI, cuya versión de acceso ofrece 150 cv con cambio manual sin tracción quattro, y 2 versiones más potentes con 163 cv y 190 cv respectivamente, con tracción quattro y cambio s Tronic de 7 velocidades.
A lo largo del año, seguirán llegando nuevas variantes para completar la gama, que también estará representada por el nuevo Audi SQ5, dotado de un motor de nuevo diseño V6 TFSI de 3,0 litros que ofrecerá una potencia de 354 CV, y una versión más radical todavía, el RS Q5, que montará un propulsor V6 biturbo, con no menos de 450 cv.
El interior del nuevo Audi Q5, es completamente nuevo y es ahora más espacioso, gracias a las nuevas cotas exteriores. El ambiente premium que se respira dentro del habitáculo, es típico en Audi, donde la calidad de los materiales está escogida a conciencia para ser un sello distintivo dentro de su segmento, que es muy reñido.
Su salpicadero es muy similar al del Q7, aunque de reducidas dimensiones, dónde todo está a mano, y premia la ergonomía. Tras el volante, encontramos de forma opcional, siendo casi indispensable, el Audi Virtual Cockpit, en el que dispones de muchísima información para poder gobernar el coche y ofrece dos vistas personalizadas, que permiten acceder a una cartografía ampliada del sistema de navegación en la generosa pantalla TFT de 12,3”.
En la consola central, encontramos de forma superpuesta, una pantalla de 7 “, que no es táctil y que opcionalmente puede ser de mayor tamaño (8”), que se maneja desde desde el nuevo mando MMI all-in touch, situado frente al selector del cambio S Tronic, y nos permite acceder al sistema de Info entretenimiento, la navegación, diversos parámetros de configuración del coche, el sistema de audio o el selector de modos de conducción entre otros.
La posición de conducción es muy buena y acertada, bien para la ciudad, autopista, y sobre todo para la conducción off road, donde precisas tener algo más de altura para ver por donde pisas. Los asientos, disponen de numerosos reglajes con los que es fácil acomodarse, además de ofrecer opciones como los masajes o la calefacción.
Las plazas traseras gozan de un espacio muy bueno, pero la central, no es tan cómoda como las otras dos. El maletero ha sido otra de las cosas que ha mejorado este Q5, que goza ahora de 610 litros de capacidad, 100 más que su anterior generación. En función de la posición de los asientos traseros, este espacio merma hasta los 550 litros, pero abatiendo los respaldos de los mismos, podemos dejar una capacidad de carga total de 1.550 litros.
El Audi Q5 está disponible en 4 líneas de acabado que son la Base, Advanced, Design y una más deportiva, la S line y con un amplio y completo equipamiento de serie, donde encontramos climatizador, puerto USB, Audi Drive Select, sistema de audio integrado, sistema de pre colisión, bluetooth, faros bi-xenon, portón trasero automático, o el sistema de llamada de emergencia en caso de accidente ente muchos otros elementos pensados no solo para convertir al Q5 en un coche seguro, sino en uno de los Audi más tecnológicos de hoy día. Parte de este equipamiento, es una herencia directa del Audi Q7, a excepción de dos que no podrán ser equipados por el momento, como el eje trasero direccionable (aunque no lo hace falta), y el sistema de visión nocturna.
Sin embargo, ahora apodemos encontrar elementos opcionales, como el Head-Up-Display, la carga para móvil por inducción, conectividad para Smartphone, Navegación Plus, módulo Audi Connect 4G, Wi-Fi, control de crucero adaptativo, detector de peatones, equipo de audio Bang & Olufsen o asistente de atascos, así como el nuevo sistema de tracción con tecnología ultra, del que luego os hablaremos, o tres sistemas diferentes de suspensión (adaptativa, regulable y neumática adaptativa), siendo la dinámica de serie para toda .
De esta forma, podemos optar a una suspensión deportiva, que no rebaja la altura al suelo del Q5, pero si la dureza de los amortiguadores, para conseguir así una mayor rigidez de todo el conjunto y ofrecer un paso por curva más rápido a la hora de conducir de forma más alegre. La suspensión adaptativa, funciona al unísono con selector de modos de conducción, elevando o bajando al coche en función del modo escogido para conducir, optimizando en todo momento su funcionamiento teniendo en cuenta por dónde estamos conduciendo. Además, esta suspensión permite baja 50 mm la altura del coche, con tan solo pulsar un botón situado en el maletero para permitir mayor facilidad de carga.
El precio base del nuevo Audi Q5, parte en los 40.550€ con el acabado base, y la motorización 2.0 TDI con cambio manual de 6 velocidades, siendo este, el de acceso, al que podemos sumarle 2.800€ para el acabado Advance, 2.500€ para el Design, o 3.000€ para el acabado deportivo S line.
La versión TDI de 163 cv, está disponible a partir de 46.800€ y la TDI de 190 cv desde 50.900€, para llegar hasta el tope de gama actual, la versión TFSI de 252 cv cuyo precio de salida es de 55.850€.
Para nuestra prueba, y en una jornada, que nos llevaría desde Madrid, hasta las inmediaciones de Segovia, Audi puso a nuestra disposición varios Q5, dotados de las motorizaciones TDI de 190 cv y los TFSI de gasolina con 252 cv.
Nos ponemos al volante de la variante diésel, en la que, tras poner el motor en marcha, lo primero que aprecias es que la rumorosidad es imperceptible dentro del habitáculo tanto en parado como en marcha.
Durante el trayecto que condujimos por autopista, dirección hacia el puerto de Navacerrada, pudimos probar el sistema Audi pre sense front, sistema que funciona mediante la combinación del radar delantero y una cámara frontal para respetar la distancia con el coche que nos precede, frenando el solo para evitar cualquier tipo de colisión por alcance siendo efectivo hasta los 250 km/h, así como el sistema de velocidad de crucero adaptativa.
En autopista, este Audi hace gala de ser un gran viajero, ya que no solo la comodidad está presente en todo su esplendor, sino que además el trabajo de insonorización es tan bueno que no se percibe nada que provenga del exterior, salvo la rodadura de los neumáticos.
A velocidad de crucero de 120 km/h, es fácil con esta motorización, ver él cuenta vueltas por debajo de las 2.000 rpm en séptima velocidad, y un consumo medio que no llega a los 5,5 litros a los 100 km en el ordenador de a bordo, que se acerca bastante a los 4,9 litros que Audi ha homologado para la esta versión TDI de 190cv.
Llegamos al puerto de Navacerrada, escenario ideal para empezar a jugar con el Audi Drive Select, y seleccionar el modo de conducción Dynamic, con el fin de comprobar aquí lo dinámico que es el nuevo Q5, a lo que tenemos que decir, que la dieta de adelgazamiento y esos 90 kg de menos, se traducen en un comportamiento bastante más ágil que el de su predecesor.
Si bien es cierto, que los 190 cv nos parecieron un poco justos a la hora de someter al coche un poco más de lo normal, sobre todo en las continuas subidas que hay en las ascensiones de este puerto, el propulsor parecía necesitar una dosis de adrenalina para ir “alegre”. El par motor de 400 Nm que ofrece este propulsor son más que suficientes para mover con soltura al Q5, que roza los 1.800 kg, pero le falta algo de “chispa” a la hora de pedirle un poco más y quizás esto se deba a que el conjunto de motor y cambio estén configurados para que prime la eficiencia, por lo que el S Tronic, no apura lo suficiente las marchas en modo automático, aunque claro está, siempre puedes hacerlo tú de forma secuencial con las levas que hay tras el volante, o con el mismo selector del cambio para llevarlo cerca de su límite de régimen de giro óptimo.
La perfecta puesta a punto del chasis, unido a la eficiencia del sistema de suspensión adaptativa, (que en este caso es opcional), hacen que el conjunto demuestra un increíble aplomo a la vez que trace las curvas como si el coche estuviera guiado por railes, sin acusar apenas balanceos típicos de los SUV, debido a su tamaño o a su peso. La dirección de desmultiplicación variable, es muy suave, pero gana dureza al seleccionar el modo de conducción Dynamic, lo que se traduce en un acierto a la hora de trazar las curvas, porque es realmente efectiva.
Termina nuestra ruta por carretera, y tomamos un desvió que nos llevará por una pista que atraviesa un precioso paraje natural protegido, en la que con el modo off road activado, empezamos a comprobar las cualidades camperas del Q5 y su comportamiento fuera del asfalto.
Tras unos kilómetros, llegamos al final de nuestra ruta, la Finca Lasmargas, donde nos reagrupamos todos los periodistas para tras una merecida pausa, celebrar la rueda de prensa, en la que los responsables de la marca y producto, nos explicaron con todo lujo de detalles los detalles más singulares del Audi Q5, entre ellos, el nuevo sistema de tracción quattro ultra.
Este sistema lo que hace es optimizar automáticamente el uso de la tracción a las 4 ruedas del coche, mediante un embrague multidisco acoplado a la caja de cambios S Tronic, de manera, que, tras leer diferentes parámetros de la conducción, aplica la tracción de forma predictiva o en función del estado del firme, como por ejemplo si llueve o hay hielo en la calzada. En resumen, solamente tendremos la tracción quattro activada, si el coche sabe que va a necesitar más tracción para arrancar o ante una posible pérdida de tracción, en cualquier otra situación tan solo dispondremos de dos ruedas motrices (tren delantero), lo que se traduce también, en un ahorro del consumo y de los neumáticos.
Terminada la rueda de prensa, de nuevo, nos ponemos al volante de los SUV, en este caso, lo haríamos en la versión de gasolina TFSI de 252 cv. Esta finca, cuenta con 30 hectáreas, y en ellas, hay un circuito off road, en el que encontramos rampas, barro, y un pequeño riachuelo que tuvimos que vadear, sin duda, el escenario ideal para comprobar que este nuevo Q5, no se arruga ante nada. Ni el barro, ni las rampas de tierra, fueron impedimentos para el Q5, que dispone de dos modos específicos de conducción para la montaña, el modo allroad y el modo lift/off road, que trabaja en conjunto con la suspensión neumática, elevando el coche 45 mm respecto al suelo, para poder afrontar obstáculos como piedras, o como en nuestro caso el vadeo del pequeño riachuelo.
Nuestra toma de contacto nos has dejado muchas sensaciones y buenas sobre el nuevo Audi Q5, que fuera de su diseño continuista presenta muchas novedades técnicas y tecnológicas como os hemos contado, y nos encanta que se asemeje a su hermano mayor, el Audi Q7. En cuanto a su comportamiento, lo que hemos probado hasta ahora nos ha gustado, sobre todo a la hora de conducir off road, pero preferimos ser conservadores, hasta que tengamos la ocasión de disponer de una unidad de prensa con la que llevaremos a cabo una prueba más completa para hacer entonces, una más completa valoración.
Escrito por, Miguel Angel Solá
Agradecimientos: Audi España y Audi Prensa.



