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El Volkswagen Tiguan vio la luz por primera vez hace 10 años, en el 2007 y cuenta ya con más de 2,5 millones de unidades vendidas en todo el mundo, por lo que esta segunda generación promete batir con creces esa cifra que tan bien le ha venido a la marca.

Fabricado bajo la plataforma modular MQB del Grupo Volkswagen, el Tiguan se presenta como un coche nuevo, y no como un simple restyling de su predecesor. Ahora, es más grande y ofrece un aspecto más robusto, siendo muy parecido a su hermano mayor el Touareg, del que hereda alguna que otra similitud en lo que a estética se refiere.

El frontal, dispone de unas líneas muy marcadas, que se pronuncian con la parrilla que dispone de tres lamas horizontales que separan los faros Full LED que nuestra unidad de pruebas equipaba. El paragolpes de nuevo diseño, agrupa dos entradas de aire laterales y bajo estas encontramos los faros antiniebla. De perfil, es quizás la vista que más rasgos de apariencia da con su hermano mayor el Touareg y la trasera, adopta unas nuevas ópticas en forma de L, y un portón con una luneta de grandes dimensiones, lo que resalta más todavía su condición de SUV.

Una de las principales claves del uso de la plataforma MQB, ha sido crecer en tamaño, así pues, este Tiguan mide 4,49 metros de largo, 1,84 metros de ancho y 1,64 metros de alto, lo que supone un crecimiento de 6 cm en longitud, 3 cm en anchura y una disminución de la altura en 3,3 cm. Este aumento, es evidente que no solo es cuestión de estética, sino que ofrece mayor habitabilidad del habitáculo, a la vez que un maletero más generoso, con una capacidad de 520 litros, que pueden ampliarse hasta los 615 desplazando hacia adelante los asientos traseros, o bien, conseguir una capacidad de carga total de 1.510 litros si los abatimos por completo.

El habitáculo respira un ambiente premium, algo que Volkswagen ha querido imprimir en este coche, para dejar el hueco de ser uno de los SUV generalistas que hay en el mercado, por ello, el elenco tecnológico con el que puedes dotarlo es interminable, como su lista de opcionales.

Este nuevo Tiguan, como no podía ser menos, está dotado de la última tecnología que hemos ido viendo a lo largo de estos dos años dentro de todos los coches del Grupo VAG, por lo que sistemas como el Volkswagen Digital Cockpit, están disponible como opción.

Las plazas delanteras, son bastante generosas, y los asientos, aunque no son de corte deportivo en esta unidad sujetan el cuerpo a la perfección. La postura de conducción es muy acertada, y se asemeja mucho a la de su primo, el SEAT Ateca, donde vas sentado a la justa altura, para simular que vas en un compacto, pero sin llegar a ser tan alta para sentirte como en un monovolumen.

Donde más se ha ganado espacio, es sin duda en las plazas traseras, donde se pueden acomodar tres personas que gracias a las puertas traseras de gran tamaño y gran apertura accederán al interior del Tiguan sin problema alguno.

El Tiguan, está disponible en 3 acabados diferentes con la posibilidad de acceder según cada uno de ellos a diversas motorizaciones que os pasamos a enumerar a continuación:

Edition: Disponible con motor gasolina 1.4 TSI de 125 cv, o el motor TDI de 115 o 150 cv, todos ellos con cambio Manuel de 6 velocidades.

Advance: Disponible con motor TSI de 150 cv con cambio manual o DSG de 6 velocidades, motor TDI 2.0 de 115 cv con cambio manual de 6 velocidades, motor 2.0 TDI  150 cv con cambio manual o DSG de 6 velocidades o bien, la variante 20 TDI 4Motion (esta unidad de pruebas) con cambio manual de 6 velocidades o DSG de 7 velocidades.

Sport: Motor TSI ACT de 150 con cambio DSG de 6 velocidades o 2.0 TSI 4Mtion de 180 cv con cambio DSG de 7 velocidades. Para las variantes diésel, disponemos de la ama que comprende el motor TDI de 150 cv con cambio manual o DSG de 6 velocidades con o sin tracción 4Motion, y para aquellos más exigentes un 2.0 TDI de 190 cv 4Motion con cambio DSG de 7 velocidades o la versión más potente de 240 cv 4Motion con cambio DSG de 7 velocidades.

Nuestra unidad de pruebas, estaba equipada con la variante de 4 cilindros 2.0 TDI de 150 cv con cambio manual de 6 velocidades, que ofrece un par motor de 350 Nm disponible entre las 1.750 y las 3.000 rpm.

Este motor, ofrece un buen rendimiento, a la vez que es eficiente como lo demuestran sus 4,7 litros a los 100 kilómetros que Volkswagen ha conseguido homologar. En lo que a prestaciones se refiere, aun siendo discretas, acelera de 0 a 100 km/h en 9,3 segundos y es capaz de lanzarse hasta los 204 km/h.

Dado que nuestro Tiguan de pruebas equipaba el sistema de tracción 4Motion, no dejamos pasar la oportunidad de ponerlo a prueba, no solo en una pista forestal, sino en alguna que otra rampa para ver la capacidad de afrontar todo tipo de terrenos por escabrosos que sean. La libre altura al suelo de 20 cm, frente a los 18,9 centímetros de las versiones con tracción delantera, son un acierto para poder sortear alguna que otra trialera, en la que muy probablemente te acabe penalizando la altura libre, o como en nuestro caso los neumáticos. El paquete offroad, y las ayudas electrónicas, contribuyen en cierta medida a que sea muy práctico y competente fuera del asfalto, dentro de las limitaciones de un SUV, claro está.

En circunstancias normales el Tiguan ofrece el 100% de su tracción al tren delantero. El sistema 4Motion, desvía la tracción a la parte trasera del coche, cuando detecta pérdidas de tracción, y la posibilidad de poder acceder a dos modos específicos de conducción para barro o nieve, hacen de este sistema un perfecto aliado para poder conducir en condiciones de baja adherencia sin quedarte clavado, aunque esto, como siempre pasa en este tipo de coches, tan solo lo experimentarán un porcentaje muy bajo de sus propietarios pues la mayoría se conforman con ver al Tiguan por el asfalto.

El aplomo que ofrece, es muy bueno, gracias a un sistema de suspensión bastan firme y robusto que a veces, incluso te hace pensar que llevas un compacto, y no un SUV entre manos, cuyos balanceos en las curvas más cerradas son prácticamente imperceptibles.

Con el sistema de modos de conducción, podemos escoger a parte de los tradicionales, dos modos específicos para sortear pistas de tierra o nieve, cuyos ajustes pasan por optimizar el control de tracción y de estabilidad para poder afrontar sin problemas estos dos terrenos.

En resumen, el Tiguan es un SUV compacto con el que podemos salir de asfalto a nuestro antojo, para afrontar pistas forestales, barro, nieve o incluso si eres de los más aventureros hasta para sortear alguna que otra trialera. En asfalto, es un viajero nato, con el que puedes hacer muchos kilómetros gracias al confort que ofrece todo el conjunto.

Escrito por Miguel Angel Solá

AGRADECIMIENTOS