Tras el primer evento Porsche Experience del año, la calçotada por tierras catalanas a la que asistimos el mes de enero, este pasado fin de semana ha tenido lugar la segunda propuesta de la temporada. En esta ocasión se ha tratado de una escapada de dos días y medio por tierras de Navarra, un evento en el que la conducción, la gastronomía y el buen vino han sido los protagonistas absolutos.
El viernes por la tarde, los participantes provenientes de distintas partes de España fueron llegando al fantástico Hotel Alma Muga de Beloso que se encuentra ubicado en la ciudad de Pamplona. Fue en el propio restaurante del hotel que se dio el pistoletazo de salida al fin de semana con la degustación de una excelente cena, obra del reconocido Chef Leandro. Durante la misma tuvo lugar de la entrega los roadbooks para desvelar la ruta del día siguiente, que resultó ser no sólo por tierras navarras sino también vascas.
Así, el sábado por la mañana tocó arrancar los motores bastante temprano aunque con un buen motivo. Por delante, 170 kms de conducción pura con tramos francamente bonitos por la sierra de Aralar en País Vasco primero y por el Parque natural de Urbasa y Andía después. Un recorrido que permitió disfrutar muchísimo de la conducción durante toda la mañana y que terminó en Otazu. Más allá de ser esta una Bodega convencional, se trata de mucho más que eso. Además de producir vinos con D.O. propia, Otazu alberga en su propiedad una estupenda colección de arte moderno de gran valor, con obras de artistas tan reconocidos como Manolo Valdés.
Tras la visita a este exclusivo museo privado, la comida tuvo lugar en un espacio privilegiado. Dentro de la propia bodega y con vistas a la Catedral de Vinos, una estancia que constituye una obra de arte arquitectónica por sí misma, y en donde se albergan todas las botas de madera de la propiedad. Después de la intensa mañana, la tarde fue libre lo cuál sirvió a todo el mundo para descansar un poco de coche y darse un paseo por las calles de Pamplona o relajarse en el spa del hotel.
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El domingo amaneció igual que el día anterior, con el sol brillando y una temperatura muy agradable, las condiciones ideales para salir a la carretera a disfrutar. Naturalmente así fue, pues de nuevo la organización había preparado una ruta, en este caso de unos 120 kms para llegar a Olite pasando por carreteritas muy poco transitadas, y cruzando bellos paisajes.
Una vez en esta pequeña localidad al sur de Pamplona, y tras aparcar en la misma plaza mayor del pueblo gracias a la gentileza del Ayuntamiento, la visita al Palacio Real de los Reyes de Navarra ocupó el resto de la mañana. Una visita, por cierto, que no tiene desperdicio tanto desde un punto de vista histórico como arquitectónico. Tras la dosis de cultura, llegó la hora de comer, y el Parador Nacional junto al Palacio fue el lugar elegido para celebrar el almuerzo, cerrando de un fin de semana excelente que dejó con muy buen sabor de boca a todos los asistentes. Y es que con una receta de Porsche, rutas paisajísticas, buen vino, buena gastronomía, y la mejor compañía, poco puede salir mal.
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