El exquisito universo del lujo, está destinado a tan solo unos pocos, que sabrán deleitar la exclusividad con la que Bentley fabrica cada uno de sus Continental de forma totalmente artesanal. Probar un coche, como el Bentley Continental GT Speed, te hace sentir por unos momentos, una persona muy afortunada, ya que entre manos, sabes que llevas, uno de los iconos del lujo del mundo del automóvil.
Si hay un coche que ha sabido expresar lo que es la concepción de un Gran Turismo, ese es el Bentley Continental GT, un 2+2 plazas que podemos adquirir en dos versiones, la Cupé, o la versión cabrio que hace unos meses tuvimos ocasión de poner a prueba con una unidad del Continental GT Speed Convertible.

Para entender de dónde viene la denominación Speed, debemos retroceder al año 1925, momento en el que los legendarios Bentley 3 litros Speed y el Speed Six se hicieron con el triunfo de las míticas 24 horas de Le Mans, convirtiendo por aquel entonces a Bentley en una de las marcas más respetadas del mundo. En el año 2007, nace la familia Speed como parte de la gama, siendo unas versiones en las que la idea es premiar la velocidad punta. Hasta hace muy poco, el Bentley Continental GT Speed, era el Bentley más rápido jamás construido, aunque ha sido desbancado por la versión Continental GT Supersports, presentada recientemente, que arroja una velocidad punta de 336 km/h frente a los 331 km/h que es capaz de alcanzar la versión que nos ocupa en nuestra prueba.
Con una talla de 4,88 metros de longitud, una anchura de casi dos metros y una altura libre al suelo de 1,39 metros, la estampa que ofrece esta obra de arte es escultural, gracias a sus esculpidas formas en materiales como las diversas aleaciones de alumino que los de Crewe utilizan en el proceso de fabricación de la carrocería, ofreciendo así unas líneas sobrias que parecen tener carácter propio y ofrecen una imagen muy dinámica a todo el conjunto.

Si a esto le sumamos los elementos exclusivos como difusores y los faldones laterales pintados del mismo color que la pintura exterior, así como por los pilotos delanteros y traseros que disponen de un acabado oscurecido, el emblema cromado con las siglas Speed de las aletas delanteras, unas salidas de los escapes de nueva concepción, encontramos un perfecto smoking al que le acompañan unos preciosos zapatos, que no son nada menos, que unas exclusivas llantas forjadas de 21“, calzadas con unos neumáticos en medida 275/35/21. Para el interior, encontramos una serie de detalles que provienen de la línea de equipamiento Mulliner Specification, que incluye pedales de aluminio perforados, pomo del cambio estriado, la placa Speed en el umbral de las puertas, tapicería de piel con forma de diamante y el emblema Bentley bordado en los reposacabezas.
El mundo Bentley, como ya hemos mencionado, es muy exclusivo, tanto como el precioso color Alpine Green de esta carrocería, que junto al interior Beluga, ofrece una perfecta combinación que conjuga el “savoir faire” con el que la marca fabrica cada uno de sus coches en una factoría, dónde prácticamente todos sus empleados son verdaderos artesanos.
Cuando abres la puerta, enseguida adviertes que un Bentley, no es solo un coche, sino un compendio de elementos que pertenecen al mundo del lifestyle, donde la marca ha sabido entrar de lleno, sobre todo, desde que introdujo las variantes V8 y V8 S, destinadas a alcanzar un público más joven dentro de los ejecutivos de oro.
La bienvenida está asegurada por dos impresionantes asientos guarnecidos de piel, con detalles diamantados y con contraste de costuras en el mismo color de la carrocería y los emblemas de la marca bordados a la altura de la cabeza. Estos, gracias a sus numeros reglajes, sujetan el cuerpo a la perfección, y disponen no solo de calefacción sino también de un sistema de ventilación y masaje. En la parte trasera, y como no podía ser menos, encontramos dos asientos para dos ocupantes, que sabrán compartir la experiencia de viajar a bordo en uno de los Gran Turismo más lujosos del mundo. El maletero, ofrece 385 litros de capacidad, más que suficientes para dar cabida a un juego de maletas que seguro irán a juego con la elegancia y la personalidad de este coche.
Acomodados en el asiento delantero, lo primero que tenemos a nuestra vista, es el volante multifunción de tres radios, forrado en piel que dispone en la parte trasera de las levas para el cambio, y el salpicadero forrado en la misma piel de los asientos y con las costuras en contraste, para las que se han precisado un total de 600 metros de hilo y 37 horas de trabajo.
El cuadro de mandos, es sencillo, pero ofrece toda la información necesaria para gobernar al GT Speed, dejando prácticametne toda la información de una sola vista. En la parte más alta de la cónsola, no pasan desapericibdas las dos salidas de aire que disponen de los dos míticos tiradores, así como de un pequeño reloj firmado por Breitling.
En el centro de la consola, encontramos una pantalla de 8” tácil desde la que se maneja todo el sistema de infoentretenimieto, a la vez que el teléfono, el audio, el navegador que permite ver la cartografía del Google Hearth, el sintonizador de TV y permite la configuración de algunos parámetros del coche, como la representación de la suspensión adaptativa (DCC) o los dos modos de suspensión que podemos escoger (Normal o Sport).
Junto al selector del cambio, encontramos una botonera, desde la que podemos acceder a la configuración del sistema de suspensión adaptativa, subir o bajar el alerón trasero o desconectar el control de tracción, así como accionar la calefacción o ventilación de los asientos delanteros.
En lo que a equipamiento se refiere, nuestra unidad de pruebas estaba equipada con el paquete Premier Specification que incluye asientos delanteros con función de masaje ventilados y calefactados, cámara de visión trasera, sistema de sonido Naim for Bentley y, techo forrado en alcántara, sistema ACC de mantenimiento distancia con el coche que nos precede, parrilla cromada, paneles de fibra de carbono en el salpicadero, sintonizador de TV, y Wifi HotSpot entre otros elementos.
Bajo el alargado y pronunciado capó delantero del Bentley Continental GT Speed, encontraremos un motor de 6.0 litros, W12 Twin-Turbo que derrocha un potencia de 635 cv a 6.000 rpm, y dispone de un par motor de 820 Nm de forma constante entre las 2.000 y las 5.000 rpm. Con estas cifras, un cambio ZF de 8 velocidades y un sistema de tracción integral que es capaz de enviar hasta el 85% del par al tren trasero, este Bentley, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 4,2 segundos y de lanzarse hasta los 331 km/h. Si a esto añadimos que su peso es de 2,3 toneladas, imaginaros el empuje que ofrece su W12 para alcanzar una aceleración similar, que literalmente se asemeja a la de un jet cuando entra en pista para despegar. Este propulsor se fabrica en la factoria de Crewe por 30 especialistas que precisan de 12 horas y media para su completo ensamblaje.
El cambio de 8 velocidades, se puede utilizar de forma automática, siendo la más cómoda, ya que ofrece unas transiciones entre marchas totalmetne imperceptibles, o de forma secuencial con las levas que encontramos tras el volante. Dispone de un modo “S” a través del cual los cambios se realizan al llegar prácticamente al corte de inyección, potenciando así el bramido del W12.
Pero no todo es velocidad en el Speed, ya que la marca se ha asegurado de que tanto corra, tanto frene, por ello, ha equipado al GT Speed con unos frenos carbocerámicos con pinzas de 8 pistones para el tren delantero y unos discos de 420mm, si habéis leído bien, 420 mm y de 2 pistones para el tren trasero con unos discos de 356 mm. Esta combinación ofrece unas frenadas muy efectivas a la ve que inagotables.
Para llevar a cabo nuestra prueba, y tras recoger el coche en el Concesionario Bentley Barcelona, tomamos rumbo a Espiells, para dirigirnos a las bodegas que Juve y Camps allí tiene, pues queríamos llevar a cabo una sesión de fotos en un lugar tan exclusivo como lo es este Bentley.
Una vez acomodado en el interior, pulsamos el botón Start, para escuchar, o más bien sentir el sonido de su motor W12, y es ahí, cuando te das cuenta de que un Bentley no es solo un coche. El sonido de este motor cuando subes de revoluciones es embriagador, aunque no tanto como el de la versión V8 S, sonido que sin duda solo puede hacer un Bentley. Tomamos rumbo por la autopista, dónde vemos que a velocidad de crucero de 120 km/h, el consumo no es excesivo, moviéndose entre los 10 y 11 litros a los 100 km. El interior, te deja completamente aislado de un exterior que parece no existir, y del que tan solo proviene el rodamiento de los enormes neumáticos con el asfalto. El equipo de música Naim, cumple con su cometido, y con tan solo subir dos puntos el volumen te deja sumergirte en uan verdadera sala de audición.
Entramos en una carretera secundaria, y tras seleccionar el modo Sport de la suspensión, nos damos cuenta de aun con un tarado más rigido de todo el conjunto, este Bentley absorbe cualquier irregularidad en el asfalto, ofreciendo más si cabe un aplomo y un guiado en cada una de las curvas que trazamos más que perfecto. Tras realizar las instantáneas en las cavas, decidimos acercarnos a una carretera de montaña que había en los alrededores, para comprobar el comportamiento dinámico que es capaz de ofrecer el Gt Speed en todo su esplendor.
Dinamicamente hablando, el GT Speed es un coche muy rápido, que dispone de todo lo necesario para ser más que conducido pilotado, aunque las leyes físicas están presentes, ya que su peso no juega a su favor, aunque para darte cuenta de esto, tienes que estar conduciendo muy rápido. La dirección, es precisa y el conjunto ofrecido por chasis, suspensión y propulsor acompaña en cada una de las trazadas que llevamos a cabo, llevando literalmente al Speed por railes, gracias como no, a su sistema de tracción integral que te permite hacer alguna diablura al volante.
El empuje del motor es sorprendente, ya que acelera de forma contundente para llevarte desde una curva a otra. Si utilizas el acelerador con suavidad, y cambias bien el peso del coche entre curvas, llegarás a pensar que no llevas entre manos, semejante Gran Turismo, sino algo más liviano. Sinceramente, es muy fácil de conducir, a la vez que agredecido a la hora de ofrecer el espíritu deportivo para el que ha sido concebido.
Este Bentley es un Gran Turismo en toda regla, y tiene todo lo necesario para ofrecer a su propietario comodidad y como no deportividad, algo que en Crewe saben combinar de forma literalmente perfecta. Pocos coches hay en el mercado que hayan perdurado en el tiempo como el Continental GT, sin verse desfasado y mucho menos anticuado.
Muchos se preguntarán, si vale la pena pagar los casi 302.000€ que cuesta esta versión del Bentley Continental GT Speed, nosotros, tras probarlo, os aseguramos que si, apelando, claro está a la razón, de que, la exclusividad tiene un precio.
Escrito por, Miguel Angel Solá
Agradecimientos
- Cars Gallery – Concesionario Bentley Barcelona
- Bodegas Juve y Camps
- Luis López
- Fotografías: Cristobal Arjona.