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Maserati es una marca que fabrica deportivos desde hace más de 110 años, algo que han sabido transmitir en cada uno de los modelos que han fabricado a lo largo de su historia. En una era en la que por un lado los SUV han tomado protagonismo, de ahí el éxito comercial del Grecale, la marca decidió en 2020 entrar de lleno de nuevo en el segmento de los súper deportivos por la puerta grande, y lo hizo con este coche, con el Maserati MC20, en una impresionante puesta en escena durante el evento denominado MMXX: Time to be audacious en Módena, que se llevó a cabo en septiembre de ese mismo año.

Un mes más tarde, recuerdo el día en el que el Concesionario Oficial Maserati Quadis Gallery nos presentó al MC20, tras la pandemia, endulzando un momento de incertidumbre para todo y para todos. Aquel día pensé; Maserati ha tardado en sacar un super deportivo, pero con el MC20 se han pasado el juego. Claro está, el anterior y aclamado súper deportivo que recordamos es el glorioso MC12, fabricado entre 2004 y 2005, un deportivo que nació para “humillar” por así decirlo al mismísimo Ferrari Enzo y para triunfar en los Campeonatos FIA GT1 con la versión MC12 Corsa.

Posteriormente, dos años más tarde la marca puso en escena la versión convertible del MC20, denominada Cielo, cuyo apellido no pudo ser más acertado, porque la pregunta era clara. ¿Qué hay más allá del cielo?

Ahora, en una era en la que electrificación ha tomado forma en la marca, fruto de ello es la familia Folgore, tendremos que esperar que probablemente encontremos un MC20 100% eléctrico en el futuro, si la marca decide seguir adelante con ese proyecto que tienen en mente.

DISEÑO RETRO DEPORTIVO

Maserati, en su momento dijo que para diseñar al MC20 había precisado de 24 meses, y si juzgamos el resultado, podría hasta decirse que la inversión les ha salido rentable, sobre todo en términos de diseño, pues han creado una verdadera joya.

Si bien es cierto que a primera vista es un deportivo en toda regla, cuando lo miras detenidamente, te das cuenta de que es un Maserati sin grandes aspiraciones demostrativas, ya que carece de elementos que enfaticen su deportivo y atemporal diseño. En el frontal encontramos una parrilla ovalada con un gran Tridente identificativo, así como un capó que luce dos generosas entradas para canalizar el aire y generar así down force a esta parte del coche. El paragolpes acoge dos generosas tomas de aire que canalizan flujo constante al equipo de frenos.

Ahora bien, la vista lateral es un verdadero espectáculo, pues nos deja ver la preciosa silueta de un coche que nos recuerda a su predecesor, el MC12. Aquí es donde mejor se aprecian sus medidas, 4,67 metros de longitud, una escasa altura del coche de 1,21 metros y una anchura de 1,97 metros, así como las puertas de apertura en modo tijera, que una vez abiertas son un verdadero espectáculo.

Tras el pilar B encontramos y dibujando hacia las aletas traseras unas poderosas entradas de aire que dan flujo al motor, en las que como ya es tradición en la marca, encontramos un tridente. La luneta trasera permite ver a través de ella el motor V6 Nettuno y dispone unas branquias para disipar el calor interior.

La zaga, puede presumir de ser de las más bonitas del mundo de la automoción, ya que luce un diseño retrodeportivo, con un paragolpes que acoge las dos salidas de los escapes y un su parte inferior un prominente difusor encargado de canalizar el aire por debajo del coche.

Para que os hagáis a la idea de lo importante que es la aerodinámica en este coche, Maserati asegura que hay más de 2.000 horas de trabajo en el Túnel del viento para conseguir junto a Dallara uno de los mejores coeficientes (0,38) de los deportivos de esta era.

El chasis de este Maserati es una verdadera obra de arte. Hablamos de un monocasco de fibra de carbono, firmado nada más y nada menos que por el fabricante Dallara, reconocido especialista en fabricar monoplazas y coches de competición. Este chasis deja en conjunto un peso de tan solo 1.470 kilos, además de ofrecer una rigidez y una agilidad en movimiento digna de un coche de carreras dejando además un reparto de pesos con un 60% sobre el eje trasero y un 40% en el delantero.

INTERIOR, SUBLIME, MINIMALISTA Y TECNOLÓGICO

El habitáculo de este Maserati MC20 es fruto de la inspiración del mundo de la competición. En primer lugar, para acceder al interior lo haremos por las puertas de apertura vertical, que cuando están abiertas dejan una preciosa vista de la estructura de fibra de carbono del coche. Entrar no es fácil, porque los asientos están situados en una posición muy baja, lo que confiere una posición de conducción realmente deportiva.

Estos backets, están firmados por el fabricante Sabelt, y son cómodos, quizás no para hacer un viaje de 500 kilómetros, pero si para disfrutar del ADN del MC20. Recogen el cuerpo a la perfección y disponen de reglaje eléctrico para poder configurarlos a tu gusto.

El volante es de fibra de carbono y entre sus mandos encontramos un botón para elevar la parte delantera del coche 50mm, lo que facilita el acceso de entrada o salida por rampas de parking o bien sortear los preciosos badenes que podemos encontrar en nuestras carreteras. Las levas tienen un tamaño ideal para encontrarlas siempre, además son fijas, lo que facilita encontrarlas  siempre incluso cuando giras el volante para llevar a cabo unos cambios precisos de forma secuencial. Aquí, a los lados encontramos el botón de encendido y un botón específico para usar el Launch Control, que, por cierto, no hicimos servir.

El cuadro de mandos está representado en una pantalla de 10”, ofrece mucha información y puede personalizarse en función de los modos de conducción, dejando la información mínima y precisa en el modo Corsa, ideal para uso en circuito, en la que también puedes visualizar un útil cronómetro por aquello de ver tu mejor tiempo por vuelta.

En la consola central, encontramos la pantalla del sistema de infoentretenimiento de 10” que funciona con el sistema Maserati Multimedia System (MIA), desde la que también se controla el sistema de climatización, así como diversos parámetros de configuración del coche. Es compatible de forma inalámbrica con Android Auto,  Apple CarPlay y utiliza el asistente virtual Alexa.   

El túnel central, realizado en fibra de carbono, dispone de un mando giratorio desde el que se accede a los modos de conducción (GT, WET, SPORT, CORSA) y, un botón para pasar el cambio de manual a automático y el botón para la marcha atrás.

Nuestra unidad de pruebas lucía equipamiento que forma parte del exclusivo programa Fuoriserie de la marca, que permite a sus clientes configurar un coche, como si de un one-off se tratara. En este caso, encontramos elementos como la pintura exterior Liquid Metal Matte en combinación con el interior Black/Amman Orange, cubierta del motor en Carbono, Tridentes bordados en los asientos, alcántara y cuero, asientos calefactados, llantas de 20”, elevador suspensión delantera, pinzas de freno naranjas, pack interior en fibra de carbono o los frenos carbocerámicos que son extras, que incrementan el precio hasta unos muy generosos 352.000€, teniendo en cuenta que el precio base parte en 275.000€.

MECÁNICA MASERATI, POTENTE PERO DISCRETA

El motor que utiliza el MC20 es el denominado Nettuno, que ya habíamos probado antes en otros modelos de la marca como el GranTurismo Trofeo. Este bloque V6 biturbo, con tres litros de cilindrada, situado en posición de 90º y con cárter seco, rinde una potencia de 630CV a 7.500 RPM y 730 Nm de par a 3.000 RPM. Este motor utiliza un sistema de doble combustión, tecnología heredada de la Fórmula 1, y que por primera vez se utiliza en un coche de producción. Esta tecnología consiste en que el inyector que está situado en el colector de admisión trabaja a 6 bar, mientras que hay otro que inyecta directamente en la cámara de combustión a una presión de 350 bar, es decir, tiene un sistema de inyección doble, directa e indirecta.

Es un motor que ofrece un empuje lineal hasta el corte, dejando un sonido lejos de los V8 de antaño, pero que te deja un buena sensación cuando invade el habitáculo. Como curiosidad os contamos que este MC20 es tan potente como en su época lo era el MC12, solo que aquel, precisaba de un motor V12 para conseguir esta potencia.

Está ensamblado a una caja de cambios de doble embrague y 8 velocidades firmada por Tremec (fabricante americano), que funciona a una velocidad increíble dejando unos cambios y una reducciones simplemente perfectas. Envía todo su potencial al eje trasero a través de un diferencial autoblocante mecánico, o bien, de forma opcional a través del sistema E.LSD un diferencial autoblocante electrónico que reparte el par a cada una de las ruedas para optimizar la tracción de ambas.

Sus prestaciones son muy dignas de mencionar, ya que acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 2,9 segundos y puede lanzarse cómodamente hasta los 325 km/h. Todo esto gracias a su aerodinámica en la que no se emplean como puede verse ningún tipo de alerón, sino que todo forma parte del impresionante diseño que se ha llevado a cabo para conseguir un coeficiente aerodinámico de 0,38.

El Maserati MC20 está dotado cinco modos de conducción, WET, GT, SPORT, CORSA y ESC OFF, cada uno de ellos optimizado para ofrecer el rendimiento que esperas de este deportivo, pero vamos a analizar cada uno de ellos por separado, porque son realmente curiosos.

GT: Este modo, por así decirlo sería el “Normal” de cualquier deportivo. Aquí se puede configurar la suspensión en dos niveles, Soft y Hard, lo que de teja una configuración ideal para llevar a cabo cualquier viaje, sin que vayas dando rebotes al pasar por encima de cualquier irregularidad del asfalto y dejando que el sonido del V6 entre en el habitáculo de lleno cuando se sobrepasan las 5.000 RPM.

SPORT: Aquí el MC20 ya va tomando una configuración que te hace sacar el piloto que llevas dentro. Todo el conjunto se vuelve más reactivo, el acelerador gana muchísima sensibilidad y el sonido va ganando tono desde bajas vueltas.

CORSA: Aquí si que tenemos ya un coche preparado para rodar por cualquier circuito. La suspensión y la dirección toman una dureza propia de un monoplaza. El acelerador, basta con que lo acaricies para que el motor empiece a subir de vueltas. El cambio se vuelve más brusco, dando incluso algún que otro tirón, al subir de marchas llegando al corte y todo el conjunto se vuelve tan reactivo que cuando quieres darte cuenta ya vas muy rápido. Eso sí con cuidado, sobre todo en carretera abierta, porque los 630CV empujan desde el tren trasero con mucha fuerza y aquí ya no tenemos el control de tracción activado. Aun así, tengo que decir que es un coche que permite muchísimo, y si por casualidad, ves que la trasera se desliza, es porque ya no lo estás conduciendo, sino pilotando.

DINÁMICA SORPRENDENTE

Acomodados en sus asientos deportivos Sabelt, nos ponemos en marcha, y tras pulsar el botón de encendido ubicado en el volante, un sonido invade el habitáculo deseando ya dar rienda suelta a todo el caballaje disponible. Cuando lo subes de marcha, hay algo que es totalmente adictivo, y son los sonidos que el motor V6 y todos sus sistemas ofrecen, así pues, es fácil escuchar los silbidos de los conductos de admisión y de los turbos dando aire fresco al motor para que suba de vueltas.

En cualquier caso, o modo de conducción, el MC20 ofrece un paso por curva plano, y con un control que te deja boquiabierto. La sensación que tienes es la de estar al volante de una kart, eso sí, de grandes dimensiones, pero esta sensación, la hemos tenido en muy pocos deportivos de los que hemos probado y me atrevería a decir que fue en un KTM XBOW , en el que tuvimos esta única sensación.

El tacto de la dirección es preciso como el bisturí de un cirujano, transmite muy bien lo que pasa en el tren delantero. El volante de fibra de carbono, tapizado en alcántara es un elemento que no solo luce estéticamente, sino que además tiene un tamaño y grosor perfecto para conducir y es fruto del trabajo llevado a cabo por el piloto de Maserati Corse Andrea Bertolini, quien antaño fue campeón del mundo con el Maserati MC12, otra obra de arte de la marca. Este, transmite a la perfección todo lo que pasa en ese tren delantero que podríamos decir es bastante nervioso cuando conduces a un ritmo ligerito.

Para detener a este bólido Maserati recurre en el MC20 a un equipo de frenos carbocerámicos firmado por Brembo, con unos discos delanteros de 360 mm para ambos ejes, mordidos por una pinzas de 6 pistones y cuatro respectivamente que detienen a este deportivo con contundencia. Eso sí, deberás calentar bien los frenos, porque en las primeras frenadas, apreciarás como el pedal del freno se va hasta el fondo utilizando básicamente todo su recorrido, algo que se va reduciendo mientras estos toman temperatura. Esto es algo que aprecias en coches que se utilizan en competición dejando un tacto duro, lo que hace que tengas que presionar el pedal hasta el fondo siempre.

Tras unos kilómetros conduciendo por una revirada carretera de montaña, y por así decirlo, “sudando la gota gorda”, el MC20 nos da una lección de aprendizaje brutal. Es muy fácil llevarlo y difícil controlarlo si lo encabritas más de la cuenta, aún así, es un deportivo permisivo, que te avisa antes de asustarte.

NUESTRA OPINIÓN

Cada vez que probamos un deportivo de la talla de este Maserati MC20, nos cuesta mucho transmitir las sensaciones que hemos tenido al volante. Es muy complicado valorar a un deportivo probado en carretera abierta, sin haber tenido la ocasión de pilotarlo en un circuito, donde verdaderamente, podríamos sacar a relucir lo mejor y más radical de este modelo. Aun así, tener la oportunidad de disfrutar de semejante Tridente es una oportunidad única que queremos agradecer al Concesionario Oficial Maserati Quadis Gallery y a la marca.

Sin duda es un deportivo que ocuparía una de las 5 plazas de deportivos biplaza dentro de nuestro garaje ideal. Primero por un diseño que nos ha enamorado, luciendo una atemporalidad que hacen que tu memoria se vaya al MC12. Segundo por un comportamiento propio de un coche de carreras y tercero por lo exclusivo que es, mas teniendo en cuenta cuando encuentras marcas como Brembo, Sabelt o Dallara que han participado en su desarrollo, brindando así un nivel excepcional de exclusividad.

Escrito por, Miguel Angel Solá

Agradecimientos

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