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MINI John Cooper Works Pro

Imaginaros esta situación. Os dan un MINI John Cooper Works para probarlo, y cuando te lo entregan, junto a la llave, encuentras un mando con una etiqueta de color amarillo que se descuelga de un mando que parece una granada, en el que hay un pulsador y un led de color rojo. En esa etiqueta hay una advertencia, en la que te dice no actives el modo Track en carretera abierta. Tras leer esta intro, ¿Qué pensáis que hicimos nosotros?, ¿creéis que pudimos resistir la tentación de escuchar la filarmónica de petardeos que este MINI es capaz de ofrece emulando a los coches del WRC? imaginamos que ya sabréis la respuesta.

Ponerte al volante de un MINI John Cooper Works, ya es algo que te invita a jugar, como os mostramos en nuestra anterior prueba de este pequeño bólido que bajo el capó delantero esconde 231cv, pero hacerlo además con el extra de una línea de escape como esta no tiene precio.

La versión PRO, no difiere mucho de un John Cooper Works convencional, salvo por algunos elementos estéticos como la toma de aire de fibra de carbono para el capó delantero, los faros adicionales LED, los embellecedores de los faros delanteros y traseros, así como las carcasas de los retrovisores con bandera a cuadros, el vinilo del techo o quizás lo más llamativo, las franjas laterales y los números vinilados de las puertas, en conjunto nos hacen entrever que estamos frente a una versión un tanto más especial, y en este caso más racing si cabe. Todo ello con la combinación Rebel Green combinada con el color rojo del techo y unas preciosas llantas forjadas de 18” Ferrigrey que dejan entrever las pinzas de freno firmadas por John Cooper Works y Brembo.

Los elementos estéticos que equipa este MINI no mejoran su comportamiento dinámico del conjunto, pero si hay algo que destaca es el sonido. Cuando aceleras, un rugido invade el habitáculo, pero cuando dejas de acelerar y el coche retiene, los petardeos que salen de la línea de escape en el momento que abre la válvula, son totalmente embriagadores, tanto que pueden hacerte olvidar lo que llevas entre manos y son capaces de hace sentir como un piloto.

Este MINI está fabricado con la plataforma utilizada por BMW denominada UKL1, bajo la que se fabrican el BMW Active Tourer, el Countryman o el Clubman. Sus medias de 3.85 metros de largo por 1,72 de ancho y una altura de 1,41 metros lo llevan al segmento B de los coches compactos, en el que se ha hecho un hueco importante sobre todo por ser uno de los que más ambiente premium respira, claro está, que la sombra del paraguas de BMW le favorece.

El habitáculo del JCW PRO parece sacado del mundo de la competición, así que cuando te acomodas en el backet del conductor, tapizado en cuero y alcántara, la sensación que tienes es que vas a pilotarlo en vez de conducirlo. A este ambiente racing se suman detalles como los pespunteados en rojo del volante, los asientos o el pomo del cambio, así como el aro que enmarca la consola central.

Su volante deportivo multifunción tiene un tamaño y grosor ideales para conducción deportiva, aglutina los botones para el manejo del sistema de sonido, el teléfono y el control de velocidad de crucero. Tras este, encontramos el típico cuadro de mandos MINI, que incorpora una pequeña pantalla a modo de ordenador de a bordo. En el centro de la consola, encontramos una pantalla de 7” desde la que se maneja el sistema de infoentretenimiento a la vez que puede proyectar también dos indicadores deportivos que nos muestran la potencia y el par motor que estamos utilizando en cada momento.

En la parte más baja de la consola central encontramos la botonera de inspiración aeronáutica, y junto al selector del cambio encontramos un hueco en el que guardar el llavero con el que se activa el sonido del escape. La parte trasera está configurada para dar cabida a dos plazas de adulto o para niños, y el maletero dispone de una capacidad de 211 litros en condiciones normales, suficientes para las maletas del fin de semana.

El nivel de equipamiento de nuestro MINI era muy completo, más si cabe, al ser una unidad de prensa, en la que encontramos diversos opcionales, entre ellos encontramos el MINI Driving Assistant, detección de señales de tráfico, navegación business, control dinámico de tracción, control de frenada en curva, sistema de sonido Harman Kardon, Head-up-display, asientos delanteros calefactados, control electrónico de suspensión EDC o los faros LED entre muchos otros.

Uno de los elementos que ha sido adaptado en especial para esta versión, es el MINI Head-up-display, que aparte de ofrecer la información de la velocidad, las señales de tráfico o la navegación, también proyecta la marcha que llevamos, así como las revoluciones a las que gira el motor.

Bajo el capó delantero, encontramos al corazón de este John Cooper Works, un motor de cuatro cilindros provisto de la tecnología MINI TwinPower Turbo, de 2.0 litros que ofrece una potencia de 231 cv y un par motor de 320 Nm, asociado a una caja de cambios manual de 6 velocidades, que cuenta con un recorrido corto pero preciso.  

Con el MINI Driving Modes, podemos escoger entre tres modos de conducción, Green, Mid y Sport y se seleccionan mediante un aro que encontramos en el selector del cambio. Con la posición sport activada, este MINI se vuelve mucho más directo en reacciones, a la par que ofrece ya un sonido espectacular. Si a eso le sumamos una línea de escapes opcional, cuyo coste con las molduras de carbono es de 2.094€, importe que de veras no te importará haber pagado en cuando lo pongas en marcha y te deleites con su sonido, ya que es lo más parecido al de un coche de rallye.

Para sacar a relucir ese increíble sonido, disponemos de un mando que más bien tiene forma de detonador, como os hemos comentado al inicio de la prueba, cuya etiqueta te invita a no utilizarlo a no ser que estés rodando en un circuito. Tras conectarlo, a través de bluetooth, se abre la válvula de escape por la que los 231 cv, del MINI más potente jamás construido se desbocan con una furia que te hará temblar, sobre todo cuando después de acelerar, decides dejar libre el pedal del acelerador y el motor retiene, en ese momento, es como si un Kalashnikov entrara en acción. Hay pocos coches que suenen así, y ahora tan solo me vendría a la mente un Audi RS3 o un BMW M4 que probamos con una línea de escapes Akrapovic.

Sus prestaciones son una declaración de intenciones de que estamos ante la versión más potente de la gama MINI, a la vez que la más radical. Acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 6,1 segundos y es capaz de lanzarse hasta unos generosos 246 km/h.  Pero en este MINI no todo es velocidad y prestaciones, con el modo ECO activado, la marca ha conseguido homologar 5,7 litros a los 100 km, cifra que a nosotros se nos disparó hasta los 9,1 litros, pero hemos de tener en cuenta, ¡que jugamos bastante con él en alguna que otra carretera de curvas a la que vez que con la granada!!!! Eso sí, en tramos de autovía o autopista y conduciendo a velocidad de crucero puedes obtener consumos de entre 5 y 6 litros fácilmente.

Entrados en la dinámica del MINI John Cooper Works Pro, os diremos que ofrece un paso por curva que quita el hipo. La apuesta a punto del chasis, unido a un sistema de suspensión McPherson para el eje delantero y multibrazo para el trasero, unido al sistema de suspensión pilotada, hacen que este MINI sea una verdadera lapa, con el que trazar curvas sea una verdadera delicia. También hay que decir que la suspensión incluso en el tarado menos firme para el día a día es algo dura, pero es algo que se le puede perdonar, al fin y al cabo, ¡estamos frente a todo un deportivo!

Cuando seleccionas el modo Sport, lo primero que percibes, es un sonido que proviene del escape que es embriagador, y que no solo es bonito cuando aceleras, sino cuando reduces y escuchas esos “míticos” petardeos que acompañan la retención del motor. En este modo, el tacto de acelerador es más delicado, la dirección se endurece, pero sigue siendo lo directa que puedes esperar en un MINI, y el cambio Steptronic, ajusta los cambios para sacar mayor rendimiento al motor.

Una de las cosas que aprecias cuando conduces rápido con esta versión, es que la entrega de par es descomunal, que, unida a un peso de tan solo 1.245 kg, hace que a veces el coche entre segunda y tercera velocidad, tienda a derrapar y a querer irse del tren delantero. Para ello, y para garantizar en todo momento una experiencia de conducción, la marca ha recurrido al uso de la tecnología, equipando a este juguetito con control dinámico de estabilidad, control del diferencial delantero, sistema Performance Control, así como del sistema Torque Steer Compensation, elementos que sin duda facilitarán en gran medida la conducción deportiva.

La dirección electromecánica, como siempre nos ha sorprendido por lo directa que llega a ser, y por lo fácil que te pone la cosas a la hora de entrar, trazar y salir de las curvas. Quizás de todo el conjunto, pero esto siempre nos ha pasado, son los frenos la peor baza de las versiones John Cooper Works, ya que, tras unos 20 kilómetros de curvas continuadas, van perdiendo mordiente a la vez que cogen mucha temperatura, lo que te lleva a tener que pisar el freno cada vez de forma más contundente.

Nos encanta sacar a los coches que probamos de sus casillas, y os podemos asegurar que, para sacar a este, tienes que hacer un trabajo extra, desconectando toda la electrónica como el control de tracción y de estabilidad, y todavía así, responde muy bien ante cualquier tipo de subviraje, si consigues que se te vaya, es que has pasado de la raya.

Pero no todo es deportividad, como todos los MINI, esta versión tiene su lado urbano, gracias a su tamaño es un coche ideal para la ciudad y para conducir en tu día a día sin tener que sacarlo de sus casillas.

El precio no es una de las mejores bazas del MINI John Cooper Works Pro, ya que partiendo de la base de 34.650€, en nuestro caso, con unos opcionales que incrementan la factura en casi 17.000€, es una opción cara, pero al final, la exclusividad tiene un precio, y no todo el mundo, sabe lo que es tener una parte de la historia John Cooper Works en su garaje.

Escrito por Miguel Angel Solá

Agradecimientos

  • BMW Group Prensa
  • MINI España
  • Omnya
  • Fotografías: Cristóbal Arjona