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Agramunt

Todo empezó siendo una simple idea, como seria, pasar un par de días recorriendo algunos de los pueblos de Lérida en un MINI, tomar algunas fotografías del paisaje que se abriría ante mí, para obtener hermosas imágenes de sitios como Agramunt, Fuliola, Linyola, Balaguer…; sin saber que esto se convertiría en algo inesperado. Previamente había visualizado en mi esquema mental unos paisajes esplendidos y luminosos, dando la posibilidad de jugar con colores y los propios elementos rurales del lugar, queriendo plasmar lo que en otros momentos había recorrido. En cambio, surgieron esas circunstancias que aún quedan fuera del control de nosotros mismos. Por suerte.

Fuliola

La mañana amaneció gris, con nubes, mostrando colores apagados a mi alrededor. Me recordaba más a esos días en los que uno se levanta y voltea a mirar la cama para regresar a ella.

Con la tozudez de querer ser más fuerte que la condición, emprendí el trayecto a bordo de nuestro MINI Cooper tres puertas, Miraba el valle, tratando de ver la silueta de las montañas que se alzaban en el horizonte, desdibujadas por un cielo bajo que había decidido cubrir con nubes y niebla la fotografía que había previsto tomar con fervor y entusiasmo.

 

El reproche inconsciente surgía con muecas asqueadas, queriendo justificar las fotografías que pudiera tomar, dando por perdido el momento. Pasadas las horas, dejando a un lado la propia bruma personal, volví a mirar más allá de la idea preconcebida e incluso algunas de las fotografías que había tomado este humilde y complejo aparato que almacena cuanto interactúo con él.

Balaguer

Con unos ojos que solo ven lo que salta a la vista, me abría a “ver” lo que mostraba aquella jornada. Dejando atrás el nuevo hacer para volver a lo de antes, cambiando el enfoque para obtener otra perspectiva. Una belleza distinta y no menos hermosa que la bañada por la luz solar, era suave y sutil, desapercibida para aquellos que pasamos con prisas y con una larga lista de lugares para tachar.

Hostafrancs

Este MINI viaje ha sido una grata sorpresa para esa parte que busca controlar, esperando que suceda cuanto se quiere, dejando espacio para lo que estaba sucediendo, aceptando la puerta que se abría, ofreciendo la posibilidad de disfrutar de la sorpresa y maravillarse por lo que siempre está sin ser visto.

El mundo no se oculta ante nosotros, nos motiva e inspira a que vayamos a descubrirlo, tras esa neblina que se levanta frente nuestro, impidiéndonos ver el resto del camino.

Agramunt

Días como ayer y hoy nos enseñan eso, “Acércate y mira lo que hay en este lugar”, en vez de opinar desde la lejanía o quedándonos sólo con la aparente belleza de alrededor. Hay otra belleza que está en el interior, de cada uno de los lugares que encontramos a través del recorrido.

Hermoso ver en pequeños pueblos como estos la autenticidad que desprenden a cada instante, siendo lugares por lo que pasamos de largo para llegar a uno más conocido.

Ir despacio en vez de correr para llegar.

La meta sólo nos motiva a iniciar el movimiento, el recorrido es el que nos inspira a continuar. Lo que recordaremos y llevaremos en nosotros una vez lleguemos a ese punto marcado. Ya sea para encontrar un nuevo inicio o para finalizar nuestro destino.

En las pequeñas cosas de la vida, de los lugares, lo cotidiano es lo que marca e importa en realidad. Porque es lo que siempre está y estará. Nos gustará o nos molestará. Por eso es tan importante cuidarlas y escogerlas, por MINIs que sean.

 

Sant Ramón

Salirse del camino marcado para descubrir pequeños tesoros que conservan esos lugares llenos de personalidad y vida, conduciendo un MINI es uno de los placeres que podrás obtener al volante de este coche, ideal para viajar, descubrir lugares de ensueño, desconectar y volver a conectar contigo misma.

Escrito por, Alexandra Cuquet


Agradecimientos

  • MINI España

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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