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Las tres primeras generaciones del Superb se fabrican en Kvasiny (República Checa) desde 2001, pero la cuarta saldrá pronto de la cadena de producción de Bratislava. La fábrica de automóviles fundada a principios de la década de 1970 como Bratislava Automobile Works (conocida localmente como BAZ) no solo suministraba componentes a Mladá Boleslav, sino que también producía vehículos Škoda completos, como los coupés Garde y Rapid, muy populares en su época. El Škoda Citigo es un ejemplo más reciente.

Unos comienzos difíciles

Cuando el 1 de julio de 1971 se fundó la Bratislava Automobile Works, con sede en el distrito de Devínska Nová Ves, se pensó que esta factoría fabricaría turismos de gama media. En lugar de la producción bajo licencia que se había contemplado, se tomó la decisión de centrarse en el Škoda 720, que entonces se estaba desarrollando en Mladá Boleslav. Este prototipo con un motor delantero que propulsaba las ruedas traseras iba a ofrecerse como berlina y como un familiar más práctico. Pero el proyecto no pasó de la fase de prototipo y acabó en el olvido.

La generosa inversión en equipos modernos en la fábrica de automóviles de Bratislava, incluidas plantas de prensado y soldadura de gran capacidad, quedó prácticamente en nada. Durante mucho tiempo, la fábrica se limitó a fabricar accesorios y piezas o subconjuntos suministrados a otros fabricantes de automóviles checoslovacos, como bisagras de puertas y piezas de ejes para automóviles Škoda. La gama de productos se completó con robots industriales y manipuladores.

El prestigioso Garde

El primer automóvil fabricado en serie en Eslovaquia fue el coupé Škoda Garde, una de las cumbres del diseño automovilístico checoslovaco de la época. La producción del Garde se trasladó desde Vrchlabí (República Checa) en abril de 1982. En tres años se fabricaron cuatro mil unidades del popular modelo.

No queriendo quedarse al margen, los diseñadores de Bratislava desarrollaron su propio coupé basándose en el Garde, el BAZ Škoda 743 Locusta. Lo que destacaba del Garde era su aspecto característico y, sobre todo, el motor de la marca yugoslava Zastava (licencia Fiat), que propulsaba las ruedas delanteras. Otro interesante proyecto desarrollado en la fábrica de BAZ fue el vehículo comercial ligero Furgonet de 1982-1983, que se basaba en la berlina Škoda 105/120. El motor permanecía en la parte trasera, en este caso bajo el suelo de la espaciosa carrocería en forma de caja. Sin embargo, como ocurrió con el Locusta y otros muchos proyectos, no pasó de la fase de prototipo.

En el periodo siguiente, la producción de ejes y otros componentes continuó en las naves de la fábrica de Bratislava, principalmente para los modelos Škoda 130/135/136, Rapid y Favorit, pero también para el vehículo comercial ligero Škoda 1203, cuya producción comenzó en Vrchlabí (República Checa) antes de trasladarse a Trnava (Eslovaquia).

1991: bajo las alas de VW

Tras 1989 y el fin de la economía estatal comunista, comenzó la búsqueda de socios estratégicos fuertes para las empresas checoslovacas. En el caso de Bratislava Automobile Works, entre los candidatos serios figuraban General Motors, Renault y Volkswagen. Al igual que en el caso de Škoda en Mladá Boleslav, la oferta de VW, que ya era el mayor fabricante europeo de automóviles en aquel momento, fue la mejor valorada. En marzo de 1991, el consorcio adquirió la mayoría de la empresa, convirtiéndose más tarde en el único propietario, y la empresa pasó a llamarse VW Eslovaquia. En la actualidad, VW Eslovaquia cuenta con unos 11.000 empleados en las plantas de Bratislava, Stupava, Martin y Košice.

El primer modelo de la nueva era en Bratislava fue el Volkswagen Passat de tercera generación (B3), y la producción del familiar Variant Arriva comenzó el 21 de diciembre de 1991. Continuó la fabricación de sistemas de transmisión y se añadieron otros modelos de un total de cinco marcas del Grupo Volkswagen, por ejemplo el Volkswagen Golf y el Polo. Otro hito en el desarrollo de la empresa fue el inicio en 2002 de la producción de los grandes SUV Volkswagen Touareg y Porsche Cayenne, a los que más tarde se sumó el Audi Q7.

Škoda regresó a Bratislava con el Octavia en 2008-2011. A este le siguió la producción del Škoda Citigo (2011-2021) y, a partir de 2019, el primer vehículo eléctrico de producción en serie de la marca de Mladá Boleslav: el Škoda Citigoe iV.

El popular SUV Karoq también se fabrica en Eslovaquia desde hace algún tiempo.  Ahora, la gama de coches fabricados en Eslovaquia se completará con los nuevos Superb y Superb Combi.

Excelencia para la próxima generación

En comparación con su predecesor, la cuarta generación del Superb es más larga y alta, ofreciendo aún más espacio para los ocupantes y la carga. Además de su tradicionalmente atractiva relación calidad-precio, su alto valor utilitario y su practicidad, reforzada por 28 funcionalidades Simply Clever, los clientes también quedarán impresionados por la tecnología de vanguardia del coche y, por último pero no menos importante, el fuerte hincapié en la sostenibilidad. Los seis sistemas de propulsión que se ofrecen incluyen avanzados motores turboalimentados de cuatro cilindros alimentados por gasolina o diésel, y además del mild-hybrid, también estará disponible una versión híbrida enchufable con una autonomía eléctrica de más de 100 km. También se ofrecerá un Superb con tracción total.

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