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Pocos son los deportivos familiares que podemos encontrar, y el Audi RS4 es sin duda, uno de los máximos exponentes. Para nosotros es el unicornio de este tipo de carrocerías equipadas con un potente motor y con una dinámica de conducción más precisa que el bisturí de un cirujano. 

La primera toma de contacto que tuve con un Audi RS4 fue como copiloto de Marc Gené, en el Circuito de Catalunya, dónde me dio tras vueltas al trazado que no olvidaré en la vida, sobre todo, por la facilidad con la que cruzaba el coche a la vez claro está, que me iba hablando!. Yo pensaba, si yo estuviera al volante, solo podría hacer una de las dos cosas, pero hablar y derrapar, ni pensarlo.

Aquel RS4 de segunda generación montaba un motor V8 atmosférico de 4,2 litros y una potencia de 420 CV, y ofrecía un sonido agudo y bronco a la vez, que te hacía pensar en todo momento lo que llevabas entre manos.

El Audi RS4 que hoy ocupa nuestra prueba, denominado internamente como B9, es la cuarta generación de una de las berlinas familiares más aclamadas del mundo, siendo además un digno heredero de aquel familiar que Audi lanzó en el año 1994 bajo la denominación RS2 Avant, que por aquel entonces llevaba elementos que provenían de Porsche, entre ellos, los retrovisores del 964 Turbo, así como las llantas o las pinzas de freno en color rojo. Aquel familiar, ya apuntaba a maneras, con un motor de cinco cilindros heredado del S2 Avant, pero “tuneado” por Porsche, para que rindiera 315 CV y 400 Nm de par.

Mecánica infalible

Bajo el capó encontramos un motor V6 Biturbo de 2.9 litros que rinde 450 CV entre las 5.700 y las 6.700 RPM y un contundente par motor de 600 Nm de manera constante entre las 1.900 y las 6.700 vueltas, lo que permite mover a este conjunto con muchísima soltura ante cualquier circunstancia, bien sea desde parado, donde emplea tan solo 4,1 segundos para lanzarse cómodamente de 0 a 100 km/h o en la transición entre curvas. El mejor aliado de este propulsor es sin duda la caja de cambios Tiptronic de convertidor de par de 8 marchas creada por ZF de la ya os hemos hablado maravillas en muchas ocasiones y que supera casi, a un cambio S Tronic.

El sonido que ofrece este bloque no es quizás tan espectacular como el de un V8 atmosférico, pero con el modo Dynamic activado, y el selector del cambio en la posición S, cuando lo estiras de marchas ofrece un rugido impresionante, a la vez que cuando reduces, algún que otro petardeo. Este motor, gracias a los 600 Nm de par, y al hecho de montar dos turbos, sube de vueltas con una facilidad pasmosa, la misma con la que se efectúa la transición entre cada marcha gracias al cambio por convertidor de par que en modo manual, no cambia de marcha a la superior al llegar al corte, sino que tienes que hacerlo tu mediante las levas.

Esta caja de cambios dispone de la función Launch Control, que os aseguro, nada tiene que envidiar a la su hermano mayor el Audi RS6 y que literalmente tras activarla y soltar el pie del freno, te deja encastrado en el asiento para lanzarte hacia otra dimensión.

Si la cifra de aceleración para un deportivo que lastra 1.800 kg es una declaración de intenciones la velocidad máxima está limitada a 250 km/h, salvo que decidas equiparlo con el Pack Dinámico RS que le elevará hasta unos generosos 280 km/h, además de añadir un diferencial deportivo, el Dynamic Ride Control o la dirección dinámica, elementos que encontramos indispensables en un arma de tal calibre como los es este Audi RS4.

Para sacar el mejor partido dinámico de esta berlina de 5 plazas, que goza de un maletero de más de 500 litros, dos de los elementos que juegan un papel indispensable son el sistema de tracción quattro y el diferencial central mecánico, encargado de repartir la potencia entre ambos ejes, enviando en circunstancias normales un 40% de esta al delantero y un 60% al trasero, donde a la vez se reparte la fuerza entre la rueda interior y exterior, lo que garantiza en cualquier situación una capacidad de abordar curvas que hace que te olvides en muchos casos de que llevas un coche familiar entre manos.

Ahora bien, si las condiciones de conducción o pilotaje lo requieren y en función de la adherencia, es posible que tengamos un reparto de hasta un 85% de potencia en el tren trasero. Aquí es dónde el diferencial trasero deportivo opcional juega un papel fundamental, pues garantiza en todo momento el reparto de par de forma mecánica entre las ruedas, lo que se traduce en un aumento de la estabilidad y la dinámica de conducción.

Gracias a estos elementos, el paso por curva que ofrece es tan elevado y tan preciso, que cuando quieres darte cuenta vas muy rápido, teniendo siempre la sensación de que vas en un coche tremendamente seguro.

El tarado de la suspensión se regula de forma automática al unísono con el Audi Drive Select, de forma que con el modo Dynamic activado, llega a ofrecer un tarado tan firme, que supera casi diría a la del Audi RS5, sobre todo en lo que a rebote se refiere.

Un diseño inspirado en la competición

En lo que a diseño se refiere, un RS4 sí que se distingue de un A4 convencional con el pack exterior S Line, y así es como tiene que ser. Este coche, tiene que representar lo que es, una berlina deportiva en toda regla, y todos sus detalles tienen que estar ahí para enfatizar más si cabe su carácter deportivo.

La parrilla singleframe tiene una formas muy marcadas y dispone de un perfil de aluminio que en su parte inferior deja cabida a la inscripción quattro, algo que podemos ver en toda la gama de los RS. Las ópticas Matrix LED, disponen de un tono oscurecido otorgando a la delantera una mirada del todo desafiante. Los pasos de rueda son 3 centímetros más anchos que en un cualquier A4, lo que unido a unas pequeñas entradas de aire en ambos trenes le dan ese toque racing a todo el conjunto.

En la marca aseguran que el diseño de este nuevo RS4 está inspirado en el mismísimo Audi 90 quattro IMSA GTO del año 89, que por aquel entonces lucía un diseño inaudito para un deportivo de competición, cuyo elemento a destacar era como no, un motor de 5 cilindros de 2,2 litros que rendía la friolera de 720 CV. Si bien es cierto que quizás no es tan desmesurado su empaque, adopta detalles como los apliques que encontramos en los extremos de los pilotos.

La zaga, y como manda en los RS está culminada por una doble salida de escape ovalada, encastradas en los laterales del difusor trasero. En la vista lateral, se aprecian las llantas de 20” calzadas con unos neumáticos en medidas 275/35/20, que dejan entrever los enormes discos de freno perforados en medidas 375 mm para el tren delantero y de 330 para el trasero, siendo los carbocerámicos opcionales como el caso de nuestra unidad de pruebas.

Interior sobrio y deportivo

Si en el exterior todo rezuma deportividad, en el interior, se ha respetado mucho la sobriedad que podemos encontrar en un A4 convencional, salvo por detalles como el volante de alcántara, o los asientos semi backet tapizados en cuero Napa Fina con diseño en panel de abeja, que forman parte de un paquete denominado RS (1.120€), o el pomo del cambio en el mismo material que el volante. Quizás sea aquí donde Audi, a nuestro entender peca un poco, ya que un coche como el RS4, se merece un interior más “cañero” todavía, donde la fibra de carbono debería estar presente sin tener que ser un elemento opcional.

El cuadro de mandos, Audi Virtual Cockpit, dispone de unas grafías específicas para los modelos RS, en las que podemos ver datos como la aceleración longitudinal o transversal, así como la temperatura o presión de los neumáticos o la temperatura del aceite, o los gráficos de uso de potencia o par motor entre muchos otros, siendo quizás los más representativo una barra que cambia de colores para indicarnos dónde se encuentra el corte de inyección.

Bajo los mandos del climatizador encontramos el Audi Drive Select, que nos permitirá cambiar los modos de conducción entre comfort, auto, Dynamic e individual, así como el botón mágico que nos librará del control de tracción y estabilidad, lo que te asegura, que, si no eres básicamente un experimentado piloto, te puedas llevar algún que otro susto, pues, aunque este coche es un juguete, hay que tenerle muchísimo respeto.

Precio y valoración

El precio de salida del Audi RS4 Avant es de 105.000€, que incluye un equipamiento de serie muy completo en el que cabe destacar llantas de 20″, faros delanteros y traseros LED, asientos deportivos S, asientos delantero con ajuste eléctrico, inserciones aluminio race, pedales y reposapiés en aluminio, volante deportivo de 3 radios, portón maletero cierre eléctrico, Audi Virtual Cockpit, MMI Navegación Plus, Audi Sound System, Audi pre sense city, Hold Assist, regulador de velocidad, Audi Drive Select o el aviso de cambio de carril Audi side assist entre otros. Con los opcionales que llevaba nuestra unidad de pruebas, como las llantas de 20″ en diseño Bronze Mate, color Azul Ascari, Faros Matrix LED, Paquete diseño RS, techo corredizo, tapicería de cuero Napa Fina, sistema de sonido Bang & Olufsen, dirección dinámica, sistema escape deportivo,  se incrementa la factura hasta unos generosos 133.240€, sin duda, un precio que vale la pena pagar por un deportivo, familiar, polivalente y con el que puedes ir a trabajar a diario.

Valorar un coche como el Audi RS4 sabiendo que es tu unicornio no es fácil, pues ese amor incondicional puede llevarte a cometer un error de apreciación. Pero, sinceramente estoy convencido de que todos aquellos compañeros de profesión que se hayan puesto al volante del Audi RS4 pensarán como yo. Este coche es el deportivo definitivo, ya que aglutina todo lo que puedes buscar para por ejemplo compartirlo en familia, viajar o bien para la práctica de tus deportes favoritos porque al igual que la potencia espacio tienes de sobra.

Para llevar a cabo nuestra prueba, empezamos con una de consumo, ya que este Audi RS4 lo recogimos en Madrid para traerlo hasta Barcelona, dónde conduciendo a velocidades legales por autopista conseguimos una media de consumo de 8,6 litros, nada mal para los 600 kilómetros que hicimos del tirón.

El segundo escenario fue la revirada carretera de la Collada de Toses, en parte nevada, que nos dejó en esta prueba un muy buen sabor de boca, más todavía cuando al término del invierno hemos podido disfrutar de cada una de las curvas como si estuviéramos dentro de un campeonato de Rallys disfrutando además de los paisajes nevados.

Escrito por, Miguel Angel Solá

Agradecimientos

  • Audi España
  • Fotografías: Cristóbal Arjona