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Como ya anunciamos en la prueba que llevamos a cabo hace unos meses, el Bentley Bentayga Diésel, puede presumir de ser no solo el SUV más lujoso y potente de cuantos hay en el mercado, sino además puede presumir también de la cosas que es capaz de hacer si lo adentras en un circuito offroad como nosotros hicimos en nuestra prueba.

Bentley Barcelona organizó el pasado 28 de septiembre, una jornada en el Circuito que la empresa Stress and Adrenalina tiene en Sant Sadurní d´Anoia. Un trazado ubicado entre los viñedos de cuantas cavas podemos encontrar en la zona, y que es muy adepto para poner a prueba a un SUV de la talla del Bentayga, que nos dio a todos los asistentes una lección de humildad por lo que son capaces de hacer y afrontar, algo de lo que clientes que ya poseen uno, quedaron gratamente sorprendidos.

Siguiendo las instrucciones los instructores, que previamente nos hicieron un breafing sobre el funcionamiento de la actividad, entramos en el circuito, donde encontramos diversas rampas, zanjas, roderas, así como un puente de madera. Tras dar una vuelta de aprendizaje, y para memorizar todas las zonas a bordo de un Bentayga conducido por uno de los monitores, nos tocó el turno de ponerlos al volante.

Lo primero que hicimos, a través del Bentley Dynamic Drive, fue escoger el modo de conducción off road, dentro de los cuatro para uso fuera del asfalto de entre los que podemos escoger, subir la suspensión neumática hasta su mayor altura para posteriormente bloquearla y poner en la pantalla de la consola central el indicador de uso off road.

Uno de los instructores se situó en la parte frontal del Bentayga, y nos iba indicando por donde debíamos de conducir, para poder afrontar de forma correcta todos los obstáculos que nos íbamos encontrado, además de para proteger los bajos y la carrocería del coche a la hora de salvar las diferentes zanjas y rampas. Como ayuda a este tipo de conducción, el sistema de cámaras 360º, es un fiel aliado, pues en muchas ocasiones tuvimos que hacer uso de ellas, pues dada la inclinación a la que nos habíamos sometido, perdimos de vista en más de una ocasión por la parte delantera al instructor que nos iba guiando el camino.

Poner un Bentayga a tres ruedas, como podéis ver en las fotos, o afrontar rampas de hasta 38º de inclinación, es una fácil tarea que puedes hacer con un coche que mide 5,17 metros, y pesa casi 2,5 toneladas. Estamos seguros de que, con unos neumáticos mixtos, hubiéramos podido sacar mayor provecho a esta prueba, pero, aun así, en ningún momento tuvimos que llegar a suspender ningún ejercicio pues el Bentayga Diésel esta “onfire” para superar todo lo que le pusimos por delante.

La distancia entre ejes que ofrece el Bentayga Diésel, no juega a su favor, pero si la altura libre al suelo que se puede llegar a conseguir de hasta 245 mm, así como unos ángulos de ataque y salida de 25º, unido a un ángulo ventral de 22º, cifras más que suficientes para poder afrontar con este Bentley un trazado como el del circuito que nosotros afrontamos para nuestra prueba, sopena claro está de los neumáticos.

La capacidad de tracción de este coche en tierra es brutal, no solo por la fuerza que ofrece su par motor, sino por la optimización de la electrónica para conseguir salir de cualquier situación con tan solo hacer uso de la paciencia.

Recordemos que bajo el capó del Bentayga Diésel, encontramos una obra de ingeniería. Hablamos de un motor de 4.0 litros, V8 TDI, que desarrolla una potencia de 435 cv y una cifra de par motor de 900 Nm, la misma que la versión W12, disponible desde las 1.000 y hasta las 3.250 rpm, lo que se traduce en un motor elástico que dispone prácticamente de todo su potencial durante todo su régimen de giro.

Una de las innovaciones de este motor es la integración de un compresor eléctrico cuya función es anular el habitual vacío generado por los turbos tradicionales, a la vez que suma dos turbos compresores que entran en funcionamiento entre las 2.000 y las 2.500 rpm, para permitir que no haya baches de potencia mientras subimos el motor de vueltas.

Con esta potencia, y su increíble par motor, el Bentayga Diésel demuestra una soltura increíble a la hora de lanzarse en cualquier tipo de terreno, y aun lastrando casi 2,5 toneladas de peso, la sensación de aceleración que ofrece es descomunal, lo que en conducción offroad se traduce en una capacidad para afrontar obstáculos, que quizás con unos neumáticos mixtos o de tierra nos hubieran dejado más sorprendidos todavía.

Esta mecánica está asociada a una caja de cambios ZF de 8 velocidades, que cuenta con el sistema auto Start/stop y navegación a vela para optimizar así al máximo las cifras de consumo, que además ofrece unos cambios rápidos y precisos en modo automático y dispone de dos modos de conducción, uno de ellos dirigido a su utilización en modo más deportiva, que permite, además, utilizar el cambio de forma secuencial con las levas que encontramos tras el volante.

Las prestaciones del Bentayga Diésel, son una declaración de intenciones desde la marca, que quiere dejar muy claro, que, aunque este SUV monte un motor diésel, no por ello, sus cifras como la de aceleración de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos son propias de un Bentley. La velocidad punta en esta versión es de 270 km/h, suficiente para un coche de estas dimensiones.

En lo que a consumo se refiere, Bentley ha conseguido homologar unos discretísimos 7,9 litros a los 100 km y unas emisiones de CO2 de 210 g/Km, siendo unas cifras sin precedentes dentro de la marca. Durante nuestra prueba solo nos acercamos en autopista y a velocidad de crucero de 100 km/h a esta cifra homologada, y al final sacamos una media de 11,7 litros, teniendo en cuenta, que también sacamos lo mejor de este poderoso V8 durante el tiempo que estuvimos conduciendo de forma un tanto más deportiva.

Siguiendo con la actividad, tras afrontar las diversas pruebas del circuito, tuvimos la ocasión de hacer una ruta de montaña de unos 8 kilómetros, conduciendo por diversos caminos y disfrutando de los paisajes que los viñedos ofrecen en esta época del año, donde las hojas de color verde se van tiñendo de amarillo hacía el marrón, para dejar preciosas panorámicas con el dibujo de las montañas de Montserrat como fondo.

Esta experiencia, nos ha servido para completar la prueba que ya llevamos a cabo del Bentley Bentayga Diésel, pero, además, para darnos cuenta de que este Bentley, no tiene límites, pero si capacidad para poder afrontar cualquier tipo de terreno, como pudimos apreciar en esta actividad.

Escrito por, Miguel Ángel Solá

Agradecimientos

  • Bentley Barcelona
  • Fotografías: Cristóbal Arjona