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El Aston Martin DBX ha sido desde que se presentó su prototipo el DBX Concept en 2015, un coche que le ha dado a la marca un soplo de aire nuevo. En 2019 el DBX entró en producción, para posteriormente, en 2022 lanzar una nueva versión denominada DBX707, cuyo motor ofrece una potencia de 707CV, frente a los 550CV del DBX convencional que hoy ocupa nuestra prueba.

Estos dos SUV se fabrican de forma artesanal en la factoría que se construyó para su creación, en St. Athan, Gales, dónde se prevé que se fabriquen también los modelos electrificados de la marca en un futuro.

Aston Martin es una marca especialista en combinar dinamismo y refinamiento, por lo que el DBX ha supuesto un auténtico reto, ya que han tratado de concebir un vehículo adaptado a las exigencias de los propietarios más puristas y eso comporta, en este caso, un coche que permita ser usado a diario, con cinco espaciosas plazas, un generoso maletero y preparado, además, para circular con seguridad sobre todo tipo de superficies. Y todo, sin renunciar al sello de calidad e indiscutible deportividad de la marca de Gaydon, con un interior que brilla especialmente por la exquisitez de cada detalle y una deportividad y cualidades dinámicas excelentes.

El DBX, que hoy ocupa estas líneas ya no se fabrica, si bien se ha dado paso ya a una nueva generación que ha sido presentada recientemente, pero en el Concesionario Oficial Aston Martin Barcelona, podrás encontrar en su stock, dos unidades con entrega inmediata, entre ellas, esta.

Para la fabricación del chasis se ha recurrido al aluminio extruído, elemento que aligera el peso de todo el conjunto para llegar a un peso total de 2.3 toneladas que os podemos asegurar se mueven con muchísima soltura gracias a la perfecta asociación con el bloque V8 de origen AMG del que un poco más adelante os hablamos con más detalle.

Su diseño no pasa desapercibido y es inconfundiblemente un Aston Martin, ya que en él, encontramos similitudes con el Aston Martin Vantage o el DB11, sobre todo en la parte frontal o la línea lateral, en la que destaca sin duda alguna sus llantas de 22” calzadas con unos neumáticos en medidas 325/35-22 para el eje trasero y de 285/40-22 para el delantero que dejan entrever el equipo de frenado compuesto por unos discos de 410 mm y pinzas de 6 pistones delante y de 390 mm y pinzas de 4 pistones detrás.

En la vista lateral destaca su silueta de estilo coupé, así como las ventanillas sin marco y las branquias engastadas tras los pasos de rueda. La zaga por su parte es a nuestro entender un precioso ejercicio de diseño en el que destaca por un lado la firma lumínica que recorre todo el ancho del coche, así como el paragolpes trasero que acoge dos sendas salidas de escape.

Con una talla de 5 metros de largo, una anchura de 2 metros y una altura de 1,7 metros puede dar cabida a 5 ocupantes, gracias a su batalla de 3 metros. Además estos, irán acomodados con un generoso espacio en el habitáculo y un maletero de 632 litros de capacidad, uno de los mayores de sus segmento y rivales.

El habitáculo es un compendio entre el lujo y la exquisitez, obra claro está de dotarlo de materiales como la piel, el cristal, aluminio o la madera de olivo entre otros materiales con los que es posible configurar a un DBX. Tras el volante encontramos un cuadro digital con dos esferas que cambian de color en función del modo de conducción que hayamos seleccionado, y en el centro de la consola encontramos una pantalla de 10,2” desde la que se controla todo el sistema de infoentretenimiento y que en la marca aseguran que no la han hecho táctil para evitar se queden las huellas de los dedos al tocarla, está claro que esto hoy en día es más un impedimento que una virtud, por lo que su control de lleva a cabo desde los mandos situados en la parte baja de la zona central justo debajo de los mandos del climatizador.

 

También es cierto que una vez te acomodas en el interior del DBX, y sientes por un lado el tacto de la piel, el del cristal que podemos encontrar en los botones del cambio o el de la madera de olivo, todo el apartado tecnológico pasa un mero segundo plano.

Nuestra unidad de pruebas, cedida por el Concesionario Oficial Aston Martin Barcelona, estaba configurada en el color exterior Buckinghamshire Green en combinación con el interior Onyx Black Haircell Leather, lo que conformaba una configuración de lo más elegante. Dentro del catálogo de accesorios que la marca ofrece para el DBX encontramos, desde un Package para animales que incluye las fundas para los asientos traseros o el maletero, el Event Package que sería lo más próximo a un equipamiento para hacer picnic de forma elegante, el sistema de transporte de bicicletas o el Golf Package para los amantes de este deporte entre otros.

Bajo el capó delantero encontramos como ya hemos mencionado, una mecánica AMG, comprendida por un bloque V8 biturbo de 4 litros que desarrolla 550CV y 700 Nm, el mismo motor que utilizan el DB11 y el Vantage de la generación anterior, en cualquiera de sus versiones coupé o volante. Para trasladar semejantes cifras al suelo, encontramos una caja de cambios de 9 velocidades y el sistema de tracción integral 4MATIC utilizados por Mercedes Benz en muchos de sus vehículos que permite variar su distribución de par de forma automática entre el 47/53 estándar hasta un 100% de la fuerza al eje trasero si se precisa en algún momento, gracias al diferencial de deslizamiento limitado que equipa.

Con todo esto, el DBX acelera de 0 a 100 km/h en tan solo 4,5 segundos, mientras que es capaz de lanzarse cómodamente hasta los 291 km/h. En lo que a consumos se refiere la marca homologa unos 14,3 litros (WLTP) a los 100 kms, cifra a la que es fácil acercarse o superar si conduces de forma deportiva.

El sonido de este motor es un regalo para los sentidos y hará las delicias de los incondicionales de este tipo de mecánicas que, desafortunadamente, y en breve tiempo tenderán a su desaparición. Para modular el sonido basta con escoger cualquiera de los modos Comfort, Terrain o Terrain Plus, ahora bien, si quieres sentir rugir al V8, el modo GT o Sport + te dejarán una melodía que te harán recordar en todo momento que llevas entre manos.

El esquema de suspensiones es algo en lo que la marca ha trabajado de forma concienzuda, ya que un coche de esta envergadura y peso debe moverse como un Aston Martin, ofreciendo un nivel de deportividad esperado por su propietario. Se ha recurrido a un sistema de suspensión de doble horquilla en el tren delantero y multibrazo para el trasero, además de equipar unos amortiguadores activos y una suspensión neumática adaptable con amortiguadores electrónicos, que permiten variar la altura de la carrocería hasta 95 mm entre su posición más baja y la más alta. A esto tenemos que sumarle un sistema de barras estabilizadoras activa (eARC) encargadas de mitigar los balanceos de la carrocería típicos en este tipo de vehículos.

Entrados en materia de conducción el Aston Martin DBX es mucho más ágil de lo que realmente aparenta. Todos sabemos que los SUV deportivos de hoy en día, aceleran mucho y corren demasiado, pero no todos pueden lucir palmito como el DBX, sobre todo en carreteras reviradas, donde todos los elementos que hemos mencionado anteriormente guían a este coche como si fuera por railes.

Quizás y siendo muy puristas diríamos que echamos de menos un eje trasero direccional, pero para darte de cuenta de que debería ser necesario, es que ya vas muy rápido. La dirección es muy precisa y comunicativa lo que te ayuda en gran medida a entrar y salir de las curvas más reviradas con una facilidad pasmosa. El control vectorial de par evita en toda medida que el eje trasero quiera hacer de las suyas, aunque con el modo Sport + activado y si control de tracción, es fácil ver como vas dejando un hilo negro a la salida de cada curva si decides abusar del pedal del acelerador.

Aun así, es un SUV noble de reacciones controladas y que, gracias a su equipo de frenos, detienen con contundencia a todo un conjunto si acusar agotamiento ni fatiga, algo que en otros SUV’s de similar envergadura que han pasado por nuestra redacción nos ha pasado en más de una ocasión.

En resumen, el Aston Martin DBX es un SUV deportivo, para ser disfrutado en familia o con tus mascotas, eso es algo que tu decidirás. Enérgico, deportivo, cómodo y lujoso es sin duda uno de los integrantes de una familia de SUV’s formada por muy pocos miembros que puedan presumir de ser fabricados de forma artesanal, manteniendo el ADN y la personificación que esta marca ha dado a cada uno de sus modelos a lo largo de sus años de historia.

Escrito por, Miguel Angel Solá

Agradecimientos

 

 

 

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