El proceso de la electrificación ha tomado un rumbo en el que los automóviles sin duda han sido los precursores, pero el mundo de la moto va algo más despacio y son muchas las marcas que todavía se resisten a dar ese agigantado paso en aras de no dejar de lado los motores de combustión. Aunque esta transición para ZERO ha sido clara desde que en 2006 empezara su andadura en la fabricación de motos eléctricas bajo la tutela de su fundador, Neal Saiki, antiguo ingeniero de la Nasa.
Ahora, tienen en su inventario un interesante catálogo comprendido por 9 motos dentro de tres gamas muy bien diferenciadas. Cuatro de ellas estarían dentro de la gama S, otras tres en la DS y dos de ellas en la gama FX. Con todo esto se ha convertido en el líder mundial dentro del sector, fabricando todas su motos en su sede de Scotts Valley en California. Hay quien dice que las ZERO son los Tesla de dos ruedas, y quizás no vayan muy desencaminados.
El precio base de la Zero SR/F es de 23.385€, y encontramos dos útiles opcionales que no son compatibles entre sí. Por un lado, el Power Tank que añade más energía a la moto para conseguir más autonomía cuyo precio es de 3.579€ y por otro lado 6 kW adicionales de carga, lo que reduce los tiempos de carga significativamente. Por otra parte, encontramos un modelo de acceso, la Zero S, con u par máximo de 132 Nm y una autonomía de hasta 248 kilómetros por un precio de partida de 17.690€.
ESTÉTICA NAKED Y MINIMALISTA
A nivel estético es una moto que gusta y sobre todo convence, su estructura tubular del chasis puede hacerte recordar a alguna moto italiana. Si eres motero, no hará falta que mencionemos el nombre, seguro que lo adivinas. Es una naked en toda regla, con todo lo bueno y lo malo de esta tipología de motos. El frontal es agresivo y la parte trasera el del todo minimalista, dejando entrever el motor eléctrico tras el amortiguador en color cobre, así como un basculante, en el que va anclado el porta matrículas en la parte mas retrasada, algo que estéticamente no me ha terminado de convencer.
El “falso” depósito de la gasolina alberga un espacio para dejar en él el cable de carga, así como la propia toma de carga.
Tras el manillar encontramos el cuadro de mandos que está representado en una pantalla TFT de 12,5” y es totalmente personalizable a gusto del conductor. Desde aquí se controla básicamente todo, y está apoyado por una APP desarrollada por la marca que sirve para establecer conexión entre el smartphone del conductor y la moto. Además, dispones de la función Cypher Store, donde podrás comprar más capacidad de batería, más potencia o la función de navegación entre otras opciones.
MOTOR POTENTE Y AUTONOMÍA BUENA EN CIUDAD
Esta moto equipa una batería denominada Z-FORCE de Iones de Litio con una capacidad de 17,3 kWh, lo que le da una autonomía teórica en ciudad, de hasta 300 kilómetros a la SRF. La capacidad de la batería se puede ampliar con el accesorio opcional Power Bank, ofreciendo así hasta unos generosos 21 kWh, lo que por ende también aumenta la autonomía. El cargador que tiene integrado es de 6,6 kW y es posible cargarla en un enchufe convencional en un tiempo de 2,7 horas, mientras que en un puesto de carga rápida lo haríamos en tan solo 1,6 horas.
El motor eléctrico, denominado ZForce 75-10 rinde una potencia de 84 kW (113CV) a 5.600 rpm, así como una potencia continua de 40 kW (54CV) a 5.000 rpm, y un par motor de 190 Nm. Es capaz de lanzarse cómodamente hasta los 200 km/h, velocidad que tiene auto limitada y de hacer el 0 a 100 km/ en tan solo 3,5 segundos. Está montado en posición coaxial, así que comparte el mismo eje dentro del basculante trasero y tiene su transmisión por correa dentada. El motor carece de ningún sistema de refrigeración, para ello se han montado las bobinas en la zona periférica, con el fin de disipar el calor que generan, que sinceramente es escaso.
DINÁMICA Y ARSENAL TECNOLÓGICO
La SRF cuenta con un arsenal en lo que a modos de conducción se refiere, que además son totalmente personalizables a través de la APP NextGen o el propio cuadro de mandos. Entre ellos podemos destacar el Rain, Eco, Estándar, Sport o Canyon, cuyos mapas de motor y uso están preconfigurados para ofrecer diferentes escenarios de conducción e inciden directamente también en el sistema de regeneración llegando incluso a permitirte llevar la moto con el puño del gas, como si de en un coche eléctrico del One Pedal se tratara.
La suspensión delantera está encomendada a una horquilla invertida firmada por Showa de 43mm y cuenta con un sistema de regulación de la precarga del muelle, la compresión y el rebote, mientras que en la parte trasera encontramos un amortiguador de la misma firma de 40mm, también regulable en precarga.
Los frenos son sin duda uno de los elementos a tener en cuenta en esta moto, ya que son los encargados de detener con contundencia cada una de las frenadas de la Zero SRF. Ha sido el fabricante J.Juan el encargado de servir aquí dos discos de 320 mm para el eje delantero con pinzas de 4 pistones y un disco flotante para el eje trasero de 240 mm.
Los neumáticos son acordes a todo el conjunto, utilizando las mismas medidas que una moto de media cilindrada encontramos unos Pirelli Diablo Rosso III en medidas 120/70/17 en la rueda delantera y un 180/55/17 para la trasera. Estos neumáticos una vez cogen temperatura son como un chicle y se adhieren al asfalto como tal.
Su peso de 227 kilos no es un lastre, sino una virtud, pues en ningún momento sientes que estás llevando una moto pesada, sino más bien todo lo contrario. La altura estándar del asiento es de 797 mm, lo que favorece que pueda ser conducida por todo tipo de personar sin importar su altura. De forma opcional se puede configurar con otro asiento de 810 mm, lo que hacen que esté al alcance de la mayoría de los usuarios.
En carretera abierta y en tramos revirados la SRF nos ha parecido una moto muy “compensada” y sobre todo muy equilibrada en cuanto a su centro de gravedad, y lo fácil que te lo pone para trazar curvas. Quizás lo único que aquí puedes echar de menos es el cambio de una moto de combustión, sobre todo a la hora de llegar a una curva si vas rápido y tener que frenar con contundencia para poder abordarla. Por lo demás, es muy ágil y acelera con contundencia para hacer transiciones entre curvas que te permiten ir muy rápido.
En ciudad, le vemos mucho sentido a esta moto, por dos principales razones; la primera de ellas el silencio de rodadura y su empuje, algo necesario para salir de los semáforos, y lo segundo, que da igual el mes del año que la uses, ya que no desprende calor, algo que en invierno se podría llegar a agradecer, pero no en primavera o verano. Por así decirlo, es una moto, que esperemos no sea el caso, podrías llevar con un pantalón corto, sin sufrir apenas excesivo calor en las piernas.
La primera vez que probamos esta moto lo hicimos en un test drive al que nos invitó la marca, que nos llevó a dar una vuelta por la ciudad de Barcelona para comprobar sus bondades en la urbe, para llevarnos posteriormente a la carretera de la Arrabasada, donde pudimos ver su dinámica de conducción un tanto más deportiva.
En el primero de los escenarios nos encanto la idea de una moto eléctrica, porque en ciudad con esta moto todo es muy confortable y cómodo. No hay ruido y no hay calor del motor, ¿qué más se puede pedir?.
La semana que la tuvimos para probar, estuvimos haciendo varios trayectos con ella, y como todo buen vehículo eléctrico, el problema viene cuando muchos de esos trayectos son por autovía o autopista, escenarios donde solamente utilizas energía, pero no la creas porque no regeneras. Aun así, en el mejor de los casos conseguimos hacer del tirón 196 kilómetros sin tener que cargarla, teniendo en cuenta que el día que los hicimos, a excepción de ciudad tocamos todo tipo de carreteras, rápidas y de curvas.
CONCLUSION
La ZERO SR-F nos ha parecido una moto muy acertada para quien no la use de forma constante para hacer salidas, dada su autonomía en carretera. Eso no quiere decir que no puedas hacerlas, pero si que tendrás que planificarlas a la perfección para poder disfrutar y sobre todo para encontrar en tu camino puestos de recarga.
Es ciudad la vemos como un acierto total, incluso el hecho de que sea una naked no molesta para nada. Es rápida y muy cómoda, a ello contribuye el hecho de que no hace ruido y no desprende calor, lo que la convierte en una moto ideal para este escenario.
Como todo vehículo eléctrico, evolucionará, no solo hacia un incremento de potencia, sino hacia ofrecer más autonomía todavía, lo que la convertirá entonces en una opción viable para aquellos que quieren adentrase en el mundo de las motos eléctricas, en este caso con estilo y con calidad.
Escrito por, Miguel Angel Solá
Agradecimientos
- Zero España
- Quadis Moto Store
- Juve y Camps
- Fotografías: @dc.audiovisual