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Audi Q8

Audi, muy presente en el segmento de los SUV premium, con cuatro modelos que se han consolidado muy bien en el mercado y entre sus clientes, lanza ahora el Audi Q8, un SUV de gran tamaño y con un estilo muy deportivo que llega al exigente mercado donde por ahora reinaban sus más directos rivales, el BMW X6 y el Mercedes GLE Coupé.

Gracias a la cortesía de Audi España, el pasado 17 de septiembre, tuvimos ocasión de acudir a la presentación nacional que se llevó a cabo en tierras alicantinas, donde nos pusimos al volante de la primera versión del Q8, el 50TDI cuyo motor de 6 cilindros ofrece una potencia de 286CV.

Para la construcción del Q8, Audi utiliza la misma plataforma en la que se basa el Lamborghini Urus y el Bentley Bentayga, modelo que ha pasado ya por nuestra redacción en sus tres variantes. Esta plataforma es muy ligera, gracias a la utilización masiva del aluminio, lo que permite a estos SUVs de gran tamaño tener unos pesos bastantes contenidos.

En lo que a diseño se refiere, quizás el Q8 nos recuerde por su carácter y estampa deportiva al Urus, donde destaca la parrilla singleframe con las lamas verticales cromadas, que junto a los faros de nuevo diseño Matrix LED y el paragolpes delantero le dan un estilo propio a la parte delantera del coche, con connotaciones de carácter deportivo.

La vista lateral destaca por las aletas delanteras y traseras que disponen de los denominados blisters quattro sobre los pasos de rueda que permiten alojar llantas de entre 19 y 22”, cuya inspiración según los responsables de diseño del Q8 han sido una herencia del mítico Audi Quattro Sport, del que también se ha tenido en cuenta a la hora de diseñar la zaga, donde destaca las disposición lumínica que recorre toda la anchura del coche cuyos pilotos recurren a la tecnología LED a la vez que a la recreación dinámica.

Las medidas y las formas de SUV cupé son los rasgos más característicos del nuevo Audi Q8. Con sus 4,98 metros de largo, una anchura de 1,99 metros y una altura de 1,70 metros es más corto que su hermano el Q7 (-7cm), más bajo y más ancho, lo que, unido a un poderoso frontal, unos pasos de rueda sobre dimensionados y a una zaga imponente, le den ese toque racing a todo el conjunto, enfatizado más si cabe por unas puertas que carecen de marco, al más puro estilo cupé.

El interior es simplemente un compendio entre el lujo, la exquisitez y el diseño, donde podemos apreciar que Audi está muy presente en el mundo de las nuevas tecnologías como ya ha demostrado en otros modelos como el Audi A8 o el nuevo Audi A6, donde las dobles pantallas digitales dan paso a una nueva era en la marca bajo la denominación MMI Touch Response, dejando atrás la multitud de botones que anteriormente podíamos encontrar para cada función.

Tras el volante encontramos la tercera pantalla de 12,3”, el ya conocido Audi Virtual Cockpit, que permite una personalización infinita por el conductor para ver representada a su gusto la información más relevante para la conducción o bien, la cartografía de Google Maps. Toda la información puede ser ampliada a través del head-up-display, que ofrece la información proyectada a color en la luna delantera.

La pantalla táctil de la consola central de 10,1” controla todo el sistema de infoentretenimiento a la vez que el MMI Navigation Plus, y es compatible con el sistema Apple Carplay y Android, además dispone de un módulo de transferencia de datos Audi Connect a la vez que de conexión Wi-Fi para los ocupantes. El sistema táctil es muy parecido al de un smartphone, acompañando con una pequeña vibración cualquier pulsación en la pantalla. La pantalla inferior de 8,6” de respuesta háptica, sirve para el control del climatizador a la vez que para poder escribir de forma directa como si fuera un touchpad.

En las plazas posteriores encontramos sitio para tres pasajeros en los que básicamente serían tres asientos individuales, aunque realmente sean dos, los de las plazas exteriores los que puedan disfrutar de todo el espacio que el Q8 ofrece. La plaza central como suele pasar ya en la mayoría de los SUV no es tan cómoda como las otras, además de tener en los pies el túnel de transmisión. La banqueta dispone de regulación horizontal, lo que permite ganar espacio en el maletero sin la necesidad de abatir los asientos traseros, dejando unos generosos 605 litros en condiciones normales y 1.755 litros si abatimos los asientos por completo.

El portón de acceso al maletero es de apertura eléctrica y en el encontramos también los correspondientes botones para poder sacar la bola de remolque de forma eléctrica, así como para subir o bajar la suspensión neumática para facilitar la carga.

El Audi Q8 está disponible a partir de 84,840€ en la versión 50 TDi, con un equipamiento muy completo en el que cabe destacar las llantas de 19”, suspensión adaptativa, luces LED, sistema MMI Navegación Plus con MMI Touch response, Audi Virtual Cockpit, Audi Smartphone Interfaz, climatizador bizona y portón trasero eléctrico entre otros. Para celebrar su lanzamiento, existe una edición limitada a 80 unidades, denominada First Edition, que además de lo anterior, ofrece llantas de 22”, paquete S-Line, paquete Black y Paquete Techno, además de piel para el interior, cuyo precio es de 105.000€ y del que se podrán escoger tres colores de carrocería, como el Blanco Glaciar, Gris Daytona o el llamativo Naranja Dragón, color que por cierto los reponsables de producto de la marca nos comentaron que tendrá una buena acogida en el mercado chino.

Para los melómanos, de forma opcional es posible montar un equipo de sonido firmado por Bang & Olufsen Advanced que dispone 23 altavoces en el interior del habitáculo y un amplificador de 23 canales con una potencia de 1.920 W.

En lo que a motorizaciones se refiere, el Q8 por el momento, y para su lanzamiento encontramos la versión 50 TDI, comprendida por un motor diésel TDI de 3 litros que rinde una potencia de 286 CV y un par motor de 600 Nm, combinado con una caja de cambios Tiptronic de 8 velocidades y el sistema de tracción integral quattro.

Sus prestaciones son acordes a lo que esperamos de un SUV como el Q8, ya que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en tan solo 6,2 segundos y de lanzarse hasta los 245 Km/h y todo ello con un consumo homologado de 6,6 litros a los 100 kms.

En el segundo semestre de 2019 llegarán otros motores, un gasolina de 3 litros y 340 CV para la versión 55 TFIS y un motor diésel de 231 CV que montará la versión 45 TDI, todos ellos asociados a la caja de cambios Tiptronic. Está claro, aunque por el momento sea una hipótesis que aparezcan también las versiones SQ8 y RSQ8, que ofrecerá posiblemente un motor híbrido capaz de ofrecer hasta 680 CV.

Destacar, que todas motorizaciones que hay y habrá disponibles para el Q8, cuentan con el sistema de propulsión mild-hybrid, lo que permite obtener de la DGT la etiqueta ECO con todos los beneficios asociados a la misma. Este sistema cuenta con un motor eléctrico de 48 voltios, que durante la frenada puede llegar a regenerar hasta 12 kW de energía que se almacenan en la batería de iones de litio que está colocada en el piso del maletero, además, de permitir la circulación a modo vela, no solo en autopista, sino también por ejemplo a la hora de aproximarte a un semáforo.

Según la marca todo esto puede suponer hasta un ahorro en el consumo de 0,7l/100 kms. Este sistema además funciona como si de un kers se tratara, pues gracias a un alternador BAS (Belt Alternator Starter) que se sitúa en el cigüeñal que hace de motor eléctrico da fuerza de forma puntual al motor de combustión además de hacer de motor de arranque.

Audi ofrece dos tipos de suspensión para el Q8, la de serie y una suspensión adaptativa neumática, que permite regular la altura de la carrocería de forma automática en función del programa de conducción que tengamos seleccionado a través del Audi Drive Select, que permite escoger entre siete posibilidades (Auto, Comfort, Dynamic, Eco, Individual, All road y Off Road), pensado cada uno de ellos para una circunstancia diferente de conducción. Con el modo Dynamic activado, la carrocería baja 15 mm respecto a su altura estándar, mientras que con el modo off-road ganamos 25,4 centímetros de altura libre para poder conducir por la montaña y poder así sortear obstáculos.

Cada uno de estos modos de conducción, además actúa sobre diferentes parámetros, modificando la dureza de la dirección, el cambio o la respuesta del motor. Entre los sistemas diferentes de ayuda a la conducción y encontramos nada más y nada menos que hasta 39, cabe destacar el control de crucero adaptativo, así como el asistente de eficiencia, el asistente de mantenimiento de carril, asistente de giro, asistente de cruce, asistente para conducción con remolque, asistente de visión nocturna, asistente anticolisión o el asistente de señales de tráfico, que son el claro preámbulo de que el Q8 cada vez estará más cerca de la conducción autónoma.

Para ello dispone de cinco sensores de radar, además de 6 cámaras, un escáner láser y 12 sensores ultrasónicos por lo que en todo momento y de forma constante está analizando que pasa alrededor del coche. Gracias a todo esto, a partir del 2019, el Q8 dispondrá de un sistema de aparcamiento remoto que permitirá al conductor aparcar el coche desde el smartphone sin tener que estar en su interior.

Otro de los elementos esenciales y si lo pruebas casi indispensable para mejorar el comportamiento dinámico del Audi Q8 en carretera, es el eje trasero direccional mecánico, que gira las ruedas en sentido contrario a la ruedas delanteras a velocidades inferiores a los 60 km/h y en el mismo sentido hasta 5 grados a velocidad superior, lo que permite obtener un mayor control de giro sobre el coche, como por ejemplo a la hora de llevar a cabo un adelantamiento en autopista o al conducir por una carretera de curvas, donde la sensación que tienes al volante es la misma que cuando trazas una circunferencia con un compás. Además, disponemos también del control selectivo de par, que actúa frenando los frenos de la rueda que se encuentra en el interior de la curva para facilitar así el giro.

Todos estos elementos hacen que el Q8 sea lo ágil que es sobre todo cuando conduces de forma alegre por un puerto de montaña. Durante la jornada que pudimos conducirlo, la marca nos había preparado un precioso recorrido por una zona de curvas en la provincia de Alicante hasta la llegada al hotel, donde pudimos comprobar, como funciona cada uno de estos elementos funcionando al unísono y garantizando en todo momento un aplomo y un guiado perfecto en un coche de estas medidas y peso.

El motor diésel que tuvimos ocasión de probar, gracias a sus 600 Nm de par, tiene un comportamiento muy lineal, sin sobresaltos que se acomoda bien a cualquier circunstancia de conducción. Mientras que por la autopista te permite conducir de forma relajada, viendo como sin llegar a las 2.000 rpm alcanza un régimen de giro ideal para conducir a velocidad de crucero, acercándote al consumo homologado, en carretera es fácil despertarlo para por ejemplo llevar a cabo un adelantamiento o bien, para salir de forma inmediata de una curva a otra.

Si bien es cierto que el cambio con convertidor de par es suave en ciudad o autopista, en carretera a veces parece que no se asocia bien con la transición entre marchas cuando le pides guerra al motor, ofreciendo un pequeño lag entre marcha y marcha, lo que se traduce en que cuando interpreta que precisas de más potencia todo el potencial del coche al reducir una marcha lo recibas con un pequeño retardo acompañado de un pequeño tirón por la entrega de potencia. Si quieres sacar todo el potencial de este propulsor, lo ideal es manejar este cambio de forma secuencial con las levas que podemos encontrar tras el volante.

Durante nuestro viaje en la presentación también nos llevó a recorrer unos kilómetros con el Q8 por la montaña, ya que en la marca quisieron demostrarnos que estamos frente a un todo camino y que elementos para disfrutar fuera del asfalto no le faltan. Con los dos modos de conducción predefinidos para el uso offroad, puedes disfrutar de una conducción por pistas de montaña, gracias al sistema de tracción integral quattro que velará en todo momento, para que ya sea en barro o nieve, puedas salir airoso de cualquier maniobra, así como por el control de descenso en pendientes.

Una vez más Audi nos ha vuelto a sorprender, pues si pensábamos que con el Q7 ya habíamos visto como sería su generación de SUV premium, ahora con el Q8 vemos hacia donde apunta el futuro de la marca.

Parece que fue ayer, cuando vi al Audi Q8 por primera vez en su versión sport concept, dentro del marco del Salón de Ginebra en 2017, donde ya quedé prendado de él. Ahora, que he tenido ocasión de ponerlo a prueba, y en espera de poder hacer una en más profundidad, os puedo asegurar que es uno de los SUV favoritos que incluiríamos en nuestro garaje ideal.

Escrito por, Miguel Angel Solá  

 Agradecimientos

Audi España