El Hyundai Santa Fe se refina en su cuarta generación, mejorando tanto su equipamiento como su dinamismo pero también el confort en marcha. Se convierte así en un aliado perfecto para las familias con siete plazas disponibles de serie. Probamos la variante con motor diésel de 200 CV y cambio automático de 8 velocidades y traccción integral.
Para Hyundai era fundamental que la evolución de su todoterreno Santa Fe no supusiera la pérdida de su esencia aventurera. El 4×4 más grande de la casa surcoreana se renovó en 2018. Lo hizo de tal manera que se postula para entrar en el segmento premium, a precio de generalista (o casi). Su diseño se ha europeizado de manera definitiva, su equipamiento está a la última y su dinámica en curva ha mejorado notablemente.
Los cambios no afectaron a su plataforma, que sigue siendo la misma, pero sí a sus dimensiones. Ahora sus cotas son de: 4,77 metros de largo (8 centímetros más) por 1,89 de ancho (1 centímetro más) e idéntica altura de 1,68 metros. En cuanto a su distancia entre ejes, apenas aumenta 65 milímetros pero su habitabilidad interior ya era sustancial en la anterior generación. El maletero en configuración cinco plazas tiene una capacidad de 547 litros y pasan a ser 130 si levantamos la tercera fila de asientos, obligatoria en nuestro país. Si abatimos las banquetas traseras conseguimos 1.625 litros de capacidad, un espacio que bien valdría para hacer una mudanza.
Lejos queda el primer Hyundai Santa Fe que pisó nuestro país a principios de milenio. Sus formas 100% todoterreno ya no tienen cabida en un mercado copado por las líneas de diseño crossover y dinámicas. Su robustez era punta de lanza y las capacidades off-road un motivo de compra fundamental, hoy en día las cosas han cambiado (y mucho). Eso no quiere decir que el nuevo Santa Fe haya perdido su tracción 4×4 y sus cualidades ruteras pero su enfoque es más bien familiar, empezando por su silueta.
Los cambios estéticos más destacados aparecieron en la anterior hornada, era cuestión de seguir las pautas marcadas con ligeros retoques. Estrena paragolpes, parrilla y grupos ópticos LED más afilados y unidos por una franja cromada que le da un aspecto premium y refinado. Las bonitas llantas pueden ser de 17 hasta 19 pulgadas (nuestra unidad) y su portentosa silueta también muestra inserciones metálicas en los faldones, marcos de las puertas, pomos y las barras superiores. Su zaga también estrena firma lumínica LED y ese pequeño alerón del portón que le aporta un toque sport muy acorde con las modas.
El salto cualitativo en el interior va muy acorde con lo que adelanta su exterior. Hyundai es una marca ‘relativamente reciente’ en nuestro mercado pero están haciendo las cosas muy, pero que muy bien. Su habitáculo rezuma calidad y la sensación de espacio está al nivel de rivales como el Mitsubishi Outlander, Kia Sorento o SsangYong Rexton.
Los materiales utilizados desde las versiones de acceso son superiores y en el acabado Style estrena la nueva pantalla multimedia de 8 pulgadas y táctil. Por supuesto llega con lo último en conectividad Android Auto y Apple CarPlay, dos aplicaciones que nos hacen pensar si los navegadores de los propios sistemas tienen algún sentido. Desde el nivel de acceso con motor CRDI 2.2 de 200 CV y cambio manual el equipamiento de confort es sublime, tapicería de cuero, volante con calefacción y asientos con ajuste eléctrico, calefactables y ventilados. Si le añadimos el acabado tope de gama, como es el caso, ya podemos hablar de un modelo premium con todas las letras.Otra de las claves es, sin duda, sus siete plazas en marcha. En España llegará de serie en esta configuración ya que, según la propia marca, apenas vendían la cinco plazas en el modelo anterior. La sensación de espacio es realmente buena en todo el habitáculo, en parte ayuda el techo solar y su gran tamaño. Eso sí, la tercera fila queda reservada para niños ya que un adulto tocará con las rodillas en los delanteros, que pueden desplazarse 20 centímetros hacia delante.
La lista de asistentes a la conducción y seguridad es sorprendente, incluso en niveles inferiores. Por hacer una lista de los más destacables: Control de crucero inteligente, cámara de aparcamiento trasero (aquí podría fallar el que no fuera 360º), detector de fatiga, detector de ángulos muertos, Head-Up Display… ¡le falta tener conducción autónoma! Como curiosidad, este Santa Fe tiene un sistema que avisa al conductor si se deja a alguien en las plazas traseras, activando el claxon y los intermitentes de manera muy perceptible. Un arsenal tecnológico y un uso materiales de mayor calidad que lo sitúan al nivel de un grupo VAG, sin su tradición pero con muchas razones de peso.
Nos ponemos al volante del nuevo Hyundai Santa Fe. Todavía tenemos presente sus primeros pasos como todoterreno pero pronto entendemos que sus mejores argumentos están en la carretera. La unidad probada monta el bloque diésel CRDi de 2.2 litros que rinde 200 CV sobre las 3.800 rpm. Su par máximo es de 441 Nm entre las 1.750 y 2.750 vueltas, un rango que parece más amplio durante la conducción. Este bloque va unido a un cambio automático de ocho velocidades cuya función principal es el ahorro y la eficiencia, un detalle que afecta directamente al comportamiento del motor.
Las intenciones de Hyundai con el nuevo Santa Fe son claras, convertirse en una alternativa a los SUV’s de gran tamaño y marcas premium. Para ello debía mejorar y mucho su confort en marcha pero también su dinamismo en carreteras más exigentes. No estamos ante un deportivo, ni de lejos, pero es palpable la evolución en este aspecto. Buscamos los motivos de este salto y se centran en su chasis, con más % de acero de alta resistencia y por tanto mayor rigidez torsional. Un aspecto que lo hace más estable en el paso por curva y que junto el nuevo esquema de suspensiones que filtran mejor el pavimento, volviéndolo algo ‘rebotón’ ante baches de tamaño importante.
Gracias a estos retoques estamos ante el rival directo de cualquier monovolumen de la época dorada. Cómodo, con un ruido de rodadura casi nulo y una potencia bajo el pie que nos permitió adelantar tanto en vías rápidas como en zonas más reviradas. Todo eso a pesar de pesar 1.763 kilos, lógico si tenemos en cuenta su tamaño y equipamiento. Por todo ello catalogaríamos el nuevo Hyundai Santa Fe como un come kilómetros, un vehículo con el que viajar sin apenas fatiga y si es por autovías o autopistas mejor que mejor.
En cuanto tomas un puerto de montaña todo empieza a suceder más lento. La efectividad del cambio automático se pierde, a no ser que actives el control manual por levas que da cierto margen (no tanto como gustaría). Su carrocería alta y el peso en báscula se dejaron notar y el barqueo típico de estos modelos no es impedimento para poder conducir de forma alegre, aunque tienes que ir pendiente de las inercias.
En cuanto a su faceta off-road, que la tiene, es más reducida que en sus primeras hornadas. Convertirlo en un coche premium ha afectado en algo y es en sus capacidades 4×4, seguramente las menos utilizadas por sus clientes. Contamos, eso sí, con un asistente de descenso de pendientes que bajaría el Santa Fe solo a menos de 30 km/h y el bloqueo del diferencial central permite ganar tracción en momentos extremos.
El consumo es otro de sus aspectos a tener en cuenta. La marca es consciente y homologa un gasto de 7,1 litros a los cien, nuestro dato fue algo más elevado pero no llegamos a los 8 litros. ¿Es elevado? Sí, pero siendo realistas estamos ante un buen ‘bicho’ y con su tracción 4×4, el modo Sport y el cambio automático… No podemos tomar la decisión por este dato.
Lo que sí nos hace decantarnos a recomendar este vehículo es su equilibrio calidad-precio. No es un Hyundai al uso y tampoco cuesta como esos modelos. El precio de salida de la versión Style probada, con motor 2.2 CRDi de 200 CV y cambio automático es de 46.250 euros. Llega hasta los topes de equipamiento así que los extras vendrán, básicamente, de su personalización. Si lo comparamos con modelos como el Audi Q5 o el Mercedes-Benz GLC su victoria es clara y no se estaría renunciando a ningún aspecto de calidad.
Agradecimientos
- Hyundai España
- Fotografías: Cristóbal Arjona