La Harley Davidson Sportster S se presentó en el año 2021 causando por así decirlo una sorpresa en mayúsculas, por su diseño y por el legado que deja atrás, a la Sportster que todo amante de las Harley conocía desde hace muchos años ya que nació en 1957.
Esta se presenta con el aval del nuevo motor Revolution Max, el mismo que equipaba la Sportster que probamos hace unos meses y del que os contamos bondades en ella. Con sus 227 kg de peso, un diseño excepcional, y un motor que rinde 122CV esta moto es un verdadero dragster, y elementos para ello, no le faltan.
Toma elementos que nos recuerdan a las XR750 Flat Track como el asiento, o el tamaño del neumático delantero, heredado de una bobber clásica entre otros. La concepción de esta Harley, la lleva a encajonarla en un segmento en el que no hay mucha oferta, el de las power Cruiser.
Esta moto tiene sus señas de identidad propias, como un recortado guardabarros delantero, el depósito achatado que nos deja un espacio para 11 litros de combustible, el asiento y el colín monoplaza, la doble salida de escape o el porta matrículas anclado al brazo derecho del basculante.
Vista en fotos esta Harley parece hasta una moto compacta, pero no es así, ya que todo en ella talla grande. Comencemos por sus neumáticos, ya que en el eje delantero calza un 160/70/17 (lo que muchas motos llevan en el trasero), y en el eje trasero tenemos un 180/70/16. Su tamaño es de 2.270mm y su distancia entre ejes es de 1.502mm, así que estamos ante una moto realmente grande, parezca lo que parezca.
El precio de salida de la Harley Davidson Sportster S es de 19.200€ en el configurador de la marca, existiendo tan solo un extra con un sobre coste de 450€ que es el color especial Red Rock de nuestra unidad de pruebas.
La perfecta ubicación del motor permite que este forme parte del chasis, eliminando así soportes innecesarios lo que por ende se traduce en menor peso y a nivel estético es mucho más vistoso sin elementos que tengan que soportarlo. El basculante está fabricado con tubos de acero soldados ofreciendo un diseño multitubular que añade un sello distintivo a la parte trasera de esta Harley.
El motor Revolution Max de 1.252cc de dos cilindros en posición V, es un prodigio, ofrece 122CV un par motor de 127 Nm, y se ha rediseñado por completo para ofrecer ahora, refrigeración líquida, doble bujía, cuatro válvulas, distribución variable VVT, así como unos ejes contrarrotantes que eliminan por completo la vibración, algo que algunos echarán de menos. Todos estos cambios nos llevan a pensar, que hay en esta moto que sea como en las Harley de antes.
En lo que a suspensiones se refiere, en la parte delantera encontramos una horquilla invertida firmada por Showa de 43mm, mientras que en la parte trasera encontramos un monoamortiguador de la misma marca con depósito separado, lo que permite regularla de forma hidráulica mediante un mando situado en el lado izquierdo.
El sistema de frenado ha sido encomendado a BREMBO, con un disco delantero de 320mm y una pinza de 4 pistones, mientras que el trasero cuenta con una de dos pistones y un disco de 260mm de diámetro. Aquí, igual que comentamos en la prueba de la Sportster, quizás y teniendo en cuenta las prestaciones y aceleración de esta moto hubiera un doble disco delantero.
El cuadro de mandos ahora se presenta con una esfera TFT de 4” de diámetro y ofrece conexión total con nuestro smartphone a través de bluetooth, lo que permite entre otras cosas, si llevas un casco con intercomunicador, atender llamadas, escuchar música o poder utilizar el sistema de navegación a través de la aplicación específica que podemos encontrar para los sistemas Android Auto o Apple CarPlay.
El faro delantero que recurre a la tecnología LED es muy parecido en cuando al diseño al de la Fat Bob y la Pan America, quizás aquellos más nostálgicos hubieran preferido el mítico faro redondo.
El asiento de 755mm de altura es algo duro, pero permite llegar al suelo sin problema alguno. Su posición de conducción con las estriberas adelantadas hace que tengas que ir con las piernas flexionadas, lo que facilita más si cabe el control de la moto a la hora de tomar las curvas, donde y por el tamaño de su neumático delantero, tienes que hacer fuerza para meter la moto en las curvas.
La tecnología también esta presente en este modelo, así que encontramos desde el acelerador electrónico unido al control de tracción en curva, ABS o un sistema antiwheelie. Os aseguramos que, sin este último, podrías tranquilamente levantar la rueda delantera en segunda marcha estirándola de gas. No podía faltar y pensando en largos trayectos el control de crucero, asi como el TPMS para controlar la presión de los neumáticos.
Para poder disfrutar de su conducción encontramos un selector con tres modos (Sport, Rain, Road), además de dos que se pueden personalizar a medida, en los que se puede ajustar la entrega de potencia, el grado de intervención del control de tracción o el ABS.
Cuando la pones en marcha, el característico sonido del motor Revolution Max invade tu espacio, más todavía si acompañas el encendido con unos golpes de gas. Este motor empuja muy fuerte y con contundencia desde las 2.000 rpm, lo que te lleva a tener que agarrarte al manillar con fuerza. Dispone de un ángulo de inclinación de tan solo 34º, lo que se traduce en que las estriberas quedan muy expuestas a rozar no solo en curvas cuando vas rápido, sino incluso también en el guna rotonda.
En carretera es una moto divertida, permite jugar mucho con sus 127 Nm de par motor, logrando una aceleración increíble en cualquier escenario y una transición entre curvas rápida y precisa, lástima de la posición de los estribos. En autovía y autopista claro está que al no disponer de ningún tipo de protección aerodinámica te deja igual que una naked a merced del viento, pero es una Harley, así tiene que ser.
El consumo es quizás el talón de Aquiles de esta moto, pues dispone de un depósito muy pequeño, con el que podrás hacer en el mejor de los casos en ruta unos 170 kilómetros. Eso sí, cada litro de gasolina que gastas lo disfrutas.
En resumen
Esta Harley igual que la anterior que probamos nos ha fascinado, sobre todo por su diseño, robusto y potente. El motor es sin duda su gran baza, suena bien y a veces en las reducciones te regala algún que otro petardeo que te hace pensar en los 122 CV que llevas ahí contenidos y deseando tener rienda suelta. Sin duda Harley ha creado una moto moderna con el estilo propio de una filosofía de vida de antaño, lo que es de agradecer, sobre todo par aquellos acostumbrados a las Harley de antaño.
Escrito por, Miguel Angel Solá
Agradecimientos
- Harley Davidson España
- Juve y Camps
- Fotografías: Daniel Cudié