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El segmento SUV está representado hoy en día por muchas marcas que han llevado a cabo versiones muy deportivas de su gama, y Alfa Romeo no ha querido desaprovechar esta oportunidad con el Stelvio, es más, la ha sabido aprovechar muy bien, pues el corazón que anima a este coche, el V6 que encontramos bajo su capó, procede de los V8 de Ferrari. Hecho que le llevó en 2017 a ser el SUV más rápido en Nürburgring, con un registro de 7’51’’7.  

Alfa Romeo presentó su primer SUV, el Stelvio en 2016, aunque este no ha sido su primer todo caminos, pues en la década de los 50 produjo un todoterreno militar denominado Matta. Ahora su nombre hace mención al Paso Stelvio un paso de montaña que podemos encontrar en los Alpes, cuyas curvas se suceden unas tras otras.

Dentro del segmento D SUV, encontramos hoy en día muchas opciones deportivas, como bien podrían ser el Porsche Macan Turbo, Maserati Levante S, Mercedes GLC S63 o el BMW X3 M, pero ¿tienen todos una variante tan potente y dinámica como Alfa Romeo? La respuesta es sí, y esa es la razón de ser del Stelvio Quadrifoglio, que pueda competir con todas ellas.

La estética y diseño del Stelvio ya nos hacer ver que no es un SUV convencional, sino que ha sido un coche concebido para correr y más que conducido ser pilotado. En el frontal, destaca la parrilla triangular presidida por el logo de la marca, así como el faldón que incluye unas generosas entradas de aire. El capó, delata con dos sendas entradas de aire, que bajo él se esconde un poderoso motor.

En la vista lateral, las preciosas llantas de 20” calzadas con unos neumáticos en medidas 285/40/20 para el eje trasero y 255/40/20 para el delantero, nos dejan entrever a un equipo de frenos firmado por Brembo con pistas de 4 pistones y discos perforados de acero en medidas 390mm para el tren delantero y de 350 mm para el trasero, siendo opcionales los Carbo Cerámicos. En las aletas encontramos dos escudos con el logo del trébol, identificativo de los deportivos de la marca, que fue visto por primera vez en el Alfa Romeo RL Targa Florio en el año 1923. Hoy en día, Quadrifoglio es una filial encargada de llevar a cabo las versiones más deportivas, como pasa en Audi con los modelos RS o en Mercedes con los AMG.

La zaga está representada por un difusor que encastra literalmente las dobles salidas de los escapes por las que brama un sonido, que pocos SUV alentar llegar a tener. Quizás sus primos italianos el Maserati Levante GTS o Trofeo suenan igual de bien, aún así el sonido del Stelvio Quadrifoglio bien merecería ser patentado.

Las medidas de este coche, con 4,70 metros de largo y 1,95 de ancho lo convierten en un SUV de tamaño medio, el preferido por los clientes que buscan un todo caminos polivalente, cómodo y prestacional. Su distancia entre ejes de 2,82 metros está al orden de su competencia, lo que se traduce en una habitabilidad interior más que aceptable para dar cabida sin problema a cuatro ocupantes.

Tras abrir la puerta, enseguida apreciamos que el salpicadero es una herencia directa de la berlina de la marca, el Giulia. Quizás aquí es donde Alfa Romeo peca, o no. Con esto que quiero decir, que hoy en día sus máximos rivales han optado por unos interiores muy tecnológicos, donde las pantallas de más de 10” es lo que se tiene que llevar, y en el Alfa Romeo, siguen utilizando un cuadro analógico de dos esferas separadas por una pantalla TFT de 7”, y esto, la verdad, ¡NOS ENCANTA!. Aunque no podemos decir lo mismo de la pantalla de a consola central de 8” que además de no ser táctil dispone de muy pocas funciones y no es muy agraciada por su poca resolución. Es compatible con Apple CarPlay y Android, lo que magnifica su uso y permite que la cartografía que podamos usar sea la de Google, pues la propia utiliza una muy “retro” por así decirlo.

Junto a la palanca del cambio, se encuentra el selector de modos de conducción que nos permitirá elegir entre los siguientes perfiles: Neutral, Dinámico y Race. Este último modo es exclusivo de este modelo ya que desconecta parcialmente las ayudas electrónicas y saca todas las capacidades dinámicas que ofrece este modelo para ser disfrutado en toda su esencia.

Ahora bien, si hay algo que salta a la vista en cuanto ves el habitáculo, son los backets Sparco opcionales cuya estructura es de fibra de carbono, que recogen el cuerpo a la perfección impidiendo que este se mueva incluso en los giros más cerrados, mismo material que podemos ver en el salplicadero o la consola central.

En la parte trasera encontramos espacio para tres personas, aunque está claro que serán dos las que viajen cómodamente en los dos asientos laterales de uso individual. Aquí tenemos que decir, que el Stelvio ofrece un espacio más amplio que el Giulia, la Berlina de la marca. Por su parte el maletero, da habida cuenta del talante familiar de este SUV, ofreciendo una capacidad de 585 litros, que pueden ser ampliados fácilmente hasta unos muy generosos 1.600 litros. El gran portón de accionamiento eléctrico, así como una zona de carga plana son dos cosas que facilitan en gran medida la entrada de bultos.

El verdadero prodigio de este Alfa Romeo se haya escondido bajo el capó delantero, hablamos de su motor, cuya procedencia como anunciábamos al inicio de la prueba es de Maranello, la casa de Ferrari. Este propulsor V6 de 2.9 litros Twin-Turbo que rinde 510CV, procede de la última generación de motores V8 Ferrari, que estrenaron los 458 Italia y que hoy en día podemos ver en el Portofino o en los Maserati Levante GTS y Trofeo. Sus 600 Nm de par disponibles entre las 2.500 y las 5.000 rpm lo convierten en un verdadero misil, que es capaz de lanzar sus 1.900 kg de peso de 0 a 100 km/h en tan solo 3,8 segundos.

Además, gracias al sistema de desactivación de cilindros (CEM), ofrece unas cifras de consumo ajustadas, pero demasiado optimistas pues de los 9,6 litros de consumo medio que anuncia el fabricante, es posible conseguir a velocidad de crucero cifras de entorno a los 12 litros, ahora bien, como quieras sacar a relucir al trébol de 4 hojas, es cifra de consumo fácilmente puede duplicarse por dos.

Asociado a este propulsor, encontramos un cambio ZF de ocho relaciones, que se encuentra acoplado a un sistema de tracción Q4, que reparte el par entre ambos ejes, primando el reparto hacia el eje trasero para trabajar en configuración 0-100 en la mayoría de casos, aunque puede llegar a un reparto 50-50 si la cosa se complica partiendo como si fuera un tracción trasera. Para garantizar una tracción óptima en cada momento, y como estimamos no podía ser de otra manera, el Stelvio cuenta con un sistema de vectorización de par que evita el subviraje frenando las ruedas que se encuentran en el interior de la curva.

El cambio aunque no es de doble embrague, es de convertidor de par, funciona bastante rápido, tanto que con el modo race activado los cambios se suceden a una velocidad de 1.500 milisegundos, justo en el preciso momento en el que tocas las levas que hay tras el volante, que de paso decirlo, son de las mejores que hemos encontrado en un SUV, no solo por su generoso tamaño, para que siempre las tengas a mano, sino también por el hecho de estar en posición fija, facilitan que las encuentres tanto con el volante recto como si estás trazando una curva.

Uno de los elementos esenciales para garantizar la dinámica de conducción de este SUV es la perfecta combinación entre un chasis perfecto y el sistema de suspensión activa Alfa Link que permite escoger entre tres niveles de dureza a través del DNA, con el que también se seleccionan los cuatro modos de conducción, Eficiencia Avanzada, Natural, Dynamic y Race, destinado este último a conductores experimentados o para circuito, porque activándolo desactivamos al 100% los controles de tracción y estabilidad, a la par, que el sonido que brama por las cuatro salidas de escape nada tiene que envidiar a un coche de competición.

Otro de los esenciales en los que muchos SUV de este tamaño y peso pecan, es en el sistema de frenado, y en el caso del Alfa, encontramos lo que ellos denominan un sistema a de frenos integrado con un mecanismo electromecánico que combina las funciones del sistema de frenos y las del control de la estabilidad, lo que facilita las frenadas contundentes a la hora de activar el ABS ya que este trabaja al unísono con el mencionado control.

Este SUV en conducción deportiva, por carreteras de montaña, ofrece un paso por curva que asusta, y digo esto porque puedes lllegar a inr muy rápido sin tener la sensación de que estas conduciendo un coche de tal envergadura. La apuesta a punto del chasis y del sistema de amortiguación variable es simplemente perfecta, ya que apenas encuentras balanceos en la entrada o salida de las curvas, a la par que el motor empuja de una ofrma descomunal en la transición de unas y otras. La dirección tiene una respuesta muy directa y es una gran transmisora de lo que pasa en el tren delantero.

En lo que a seguridad se refiere, el Stelvio Quadrifoglio, ofrece de serie el Aviso de colisión frontal (FCW) con Freno de emergencia autónomo (AEB), que incluye función de detección de peatones, Advertencia de salida de carril (LDW), Control de crucero adaptativo (ACC) con función Stop&Go y Sistema de control de ángulo muerto (BSM) que vigila continuamente la presencia de obstáculos a los lados del vehículo, lo que se traduce en un sistema de vigilancia 360º.

El precio de partida del Stelvio Quadrifoglio es de 108.600€, con un equipamiento de serie muy completo entre el que cabe destacar las llantas de 20”, cambio automático ZF, faros de Xenón, QV placa, tapicería deportiva Q en piel y alcántara, Alfa Connect 8,8” Radio Navegador 3D, o las inserciones en fibra de carbono para el salpicadero. Entre los opcionales más destacables encontramos la pintura Rojo Competizione (2.175€), asientos tipo backet by Sparco (4.073€), servicios Alfa Connect (474€), volante deportivo QV en piel y alcántara (543€), pinzas de freno amarillas (407€), control de crucero adaptativo (1.358€), inserciones de carbono para el interior (318€) que engrosan la facturas hasta unos generosos 118.080€.

¿Qué nos ha parecido el Stelvio Quadrifoglio?, sinceramente la primera vez que me puse al Volante de un Stelvio, tenía muchas expectativas, aunque era otra versión, la 2.0 Turbo de 280CV, y no me acabó de convencer porque encontré que era un coche “impreciso”, cuyo tacto de la dirección era muy nervioso y poco transmisor de lo que pasaba bajo las ruedas delanteras. También es cierto que lo hice en una comparativa, y el alemán que tenía entre manos era un viejo conocido y muy efectivo, lo que me llevó a inclinar la balanza hacia este último.

Ahora, tras haber probado el Stelvio Quadrifoglio mi sensación es un tanto más a favor de este SUV, aunque también tengo que decir que estamos muy mal acostumbrados y que como hemos tenido ocasión de poner a pruebas muchos de los SUV deportivos del mercado, que serían su más directa competencia, entre ellos al Maserati GTS y al Maserati Levante Trofeo, no nos ha sorprendido tanto quizás como a otros compañeros de la prensa. Sin duda, es un gran coche, corre mucho y ofrece una conducción dinámica impropia de un SUV, y más propia de una berlina, a la par que si decides utilizarlo de forma civilizada es un gran viajero.

Escrito por, Miguel Angel Solá

Agradecimientos

  • FCA
  • Fotografías: Cristóbal Arjona