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Audi ha sido por así decirlo el precursor de los coches deportivos familiares cuando en 1994 apareció aquel RS2 Avant, un modelo que fabricó tutelado por Porsche y que equipaba un motor de cinco cilindros que rendía una potencia de 310CV acoplado claro está al sistema de tracción integral quattro.

Desde entonces las siglas RS han sido aquellas que dado nombre a los modelos más potentes de la marca dejando modelos como el que hoy ocupa nuestra prueba, el todo poderoso Audi RS 6, un deportivo que parece perdurar y como rindiendo homenaje al RS2 de antaño con la carrocería Avant, lo que para nosotros es todo un acierto. La primera generación de este coche vio la luz en el año 2006, planteándose en aquel entonces como un rival de los BMW M5 y Mercedes E 55 AMG de la época, fabricándose con las dos carrocerías del Audi A6.

Estamos en una época en la que los SUV van ganando la batalla a los coches familiares, porque son más versátiles, de ahí que básicamente todas las marchas han lanzado versiones deportivas, como bien podría ser el caso del BMW X6 M o el Mercedes AMG GLE 63 S 4 Matic, o su hermano el RS Q8, pero, ¿alguien se atreve a plantarle cara al RS6 con un vehículo familiar?, quizás Mercedes sea quien más se acerque con el Mercedes AMG E 63 S, pero después de haber probado ambos coches, tenemos que decir que no es lo mismo. El Audi RS6 es un coche que tiene algo especial y que a lo largo de nuestra prueba os iremos desvelando.

Esta es la cuarta generación de este sublime familiar deportivo, y si bien por fuera su diseño cada vez da más rienda suelta al poderío en el interior no parecemos encontrar la misma fórmula, por el continuismo que la marca lleva a cabo en todos sus modelos.

El frontal, es poderoso, gracias a la nueva parrilla hexagonal que toma gran protagonismo con un paragolpes que acoge dos entradas de aire para refrigerar los radiadores, así como para canalizar aire hacia los frenos. Los pasos de rueda ensanchados delatan que no estamos frente a un A6 convencional, y dan una amplia visión de lo que esperas encontrar a lo largo, pero sobre todo a lo ancho del coche.

La vista lateral es simplemente preciosa y escultural. Las llantas de 22” calzadas con unos neumáticos Pirelli P Zero en medidas 285/30/22 dejan entrever el equipo de frenos carbocerámicos, con discos de 400mm para el tren delantero con pinzas de 8 pistones. La línea de media cintura que recorre la aleta hasta el pilar A, y continúa desde la puerta trasera hasta la zaga contornean a la perfección unas formas que enfatizan más si cabe la deportividad de esta berlina.

En la zaga, un grandioso difusor acoger a las dos salidas de escape ovaladas míticas y sello de distinción de los modelos RS de la casa, por las que brama un sonido contenido, pero agudo a la vez. La firma lumínica recurre a los faros LED tanto para la parte delantera como para la trasera del coche siendo opcionales los faros laser Matrix LED.

Las medidas del RS6 lo dicen todo, y esos 8 centímetros de más con respecto a la anchura de un A6 convencional, no están ahí por casualidad, así que, con una envergadura de 4.995 mm, una anchura de 1.951 mm y una altura de 1,487 mm es una berlina familiar con la que podrás viajar en familia disfrutando en todo el momento del ADN de uno de los mejores RS que han salido de la factoría de Neckarsulm de Audi Sport GmbH.

 MECÁNICA EFECTIVA Y COMPARTIDA

El motor del Audi RS6 es el mismo bloque que encontramos en sus hermanos el RS7 y el RS Q8, un bloque de 8 cilindros en V de 3,9 litros biturbo que rinde 600CV entre las 6.000 y las 6.250 rpm y 800 Nm de par entre las 2.050 y las 4.500 vueltas. Ahora es 20CV más potente que su predecesor, potencia que parece poca, pero que ayuda sobre todo a mejorar la aceleración de esta nueva versión, que es capaz de lanzarse de 0 a 100 km/h en tan solo 3,6 segundos, mientras que la velocidad máxima está limitada a 250 km/h o a 305 km/h si adquirimos de forma opcional el paquete dinámico RS. Está asociado a una caja de cambios de convertidor de par Tiptronic de 8 relaciones, que funciona a la perfección para hacer unos cambios rápidos y precisos.

Para transmitir todo el potencial al asfalto encontramos el sistema de tracción integral quattro de la marca, un sistema que reparte por defecto un 40% del par a las ruedas delanteras y el 60% a las traseras, aunque estas cifras pueden varias llegando incluso a enviar hasta un 85% del par al eje trasero que puede montar de forma opcional un diferencial deportivo para afinar más si cabe el rendimiento de la tracción.

Ahora bien, la guinda del pastel es que este deportivo luce la etiqueta ECO de la DGT, gracias al sistema de baja hibridación con un sistema auxiliar de 48V que logra reducir básicamente “algo” los consumos, sin duda un dato sorprendente sobre el papel. Este sistema permite acumular la energía de las frenadas, hasta un total de 12 kW en una pequeña batería encargada de alimentar los sistemas eléctricos cuando el motor no está en marcha o para el start/stop. El sistema de desconexión selectiva de cilindros a velocidades de crucero desconecta 4 de los 8 cilindros, lo que se traduce en una mejora de las cifras de consumo, donde la marca habla de 12,4 litros a los 100 kilómetros como cifra homologada. Eso sí, siendo muy realistas esta cifra en conducción deportiva puede fácilmente tener un 2 delante.

HABITÁCULO PREMIUM Y CON CONNOTACIONES DEPORTIVAS

Si la fórmula de hacer en el exterior un deportivo que denote magnificencia y poder, en el habitáculo no pasa lo mismo. Aquí los diseñadores de la marca se han guiado por un continuismo que podemos encontrar en otros modelos de la casa, sin grandes connotaciones deportivas, salvo por los embellecedores de fibra de carbono o la alcántara en el volante o el techo. Si bien es cierto que el empaque es premium y la calidad de materiales es sublime, echamos en falta que en modelos como este no se respire un ambiente más deportivo en el interior.

Sentarte en los envolventes asientos del Audi RS6 es como entrar en otra dimensión, una dimensión en la que el lujo y la exquisitez no tienen parangón. Estos asientos disponen de numerosos reglajes eléctricos, función de masaje, calefacción y ventilación, así que ya podréis imaginas que han sido concebidos para pasar largas horas sentados en ellos.

Lo mismo pasa en la parte trasera, donde encontramos espacio ideal para dos pasajeros, aunque puedan viajar tres. Los dos de los laterales lo harán básicamente en unos butacones de uso individual, mientras que el de en medio deberá conformarse con una banqueta perjudicada por el abultado túnel de la transmisión. El maletero por su parte tiene una cabida de 565 litros de capacidad que fácilmente pueden ampliarse abatiendo los respaldos de los asientos traseros hasta los 1.680 litros. Esta es una de las grandes bazas de este coche, que por muy deportivo que sea en él podrás llevar todos tus gadgets para la práctica de deportes de aventura, o podrás hacer un largo viaje con tus dos hijos sin preocuparte dónde y cómo meterás todo lo que precises llevarte. Si en este coche hay algo que sobra, aparte de potencia, claro está, es espacio para llevar todas tus ilusiones.

Tras el volante forrado en alcántara encontramos el Audi virtual Cockpit, del que ya os hemos hablado en muchas ocasiones, así que no entraremos en más detalles que en decir, que para este modelo las grafías son un poco diferentes a las de un Audi A6 convencional, dejando en el modo más deportivo una gran cuenta vueltas en forma de boomerang en el centro de la vista, con la velocidad y la marcha que llevamos engranada. En la vista lateral podemos ver representados a nuestra voluntad los datos relativos al par motor o la potencia que estamos utilizando, un indicador de fuerzas G o un cronómetro para vueltas en circuito,

En la consola central, encontramos la pantalla de 10,1” táctil desde la que se controla todo el Infotaiment y el MMI Navigation Plus, así como es posible personalizar diversos parámetros que afectan a la conducción, como por ejemplo los modos de conducción RS1 y RS2 que permiten personalizar de forma individual la Propulsión, el Tren de Rodaje o la Dirección.

Bajo esta pantalla encontramos otra en tamaño 8,6”, desde la que se controla el sistema de climatización y que dispone de una segunda función, un escritorio virtual para poder escribir, por ejemplo, una dirección para buscar en el sistema de navegación de forma natural.

El Audi RS6 tiene un precio de salida de 140.000€, a lo que si le sumamos los casi 50.000€ de extras que esta unidad equipada incrementamos la factura hasta rozar los casi 200.000€. Entre este equipamiento opcional cabe destacar las llantas de 22”, los faros Matrix LED láser, el paquete dinámico RS Plus, el paquete de fibra de carbono exterior o el interior en Cuero Valcona entre otros.

DIRECCIÓN, SUSPENSIÓN, FRENOS

Para garantizar una dinámica de conducción deportiva pero efectiva todo este coche ha sido pensado para ofrecer sensaciones inigualables a su conductor. La suspensión está encomendada a un sistema McPherson para ambos ejes, con unos amortiguadores ajustables de forma electrónica que contrarrestan de forma natural las inclinaciones de la carrocería. Esta suspensión es 20mm más baja que la de un Audi A6 convencional y todavía puede emerger 10 mm más al activar el modo Dynamic para ser todavía más firme.

De forma opcional podemos recurrir a la suspensión neumática que no es más efectiva, pero que garantiza algo más de confort cuando no conducimos de forma deportiva. Al final, hemos de pensar que el Audi RS6 está concebido como una berlina, y que por ello debe ser cómodo y transmitir confort a los ocupantes.

Otro de los elementos que encontramos para garantizar un paso por curva elevado con el RS6 es la implantación del eje trasero direccional, que permite reducir el radio de giro a bajas velocidades, ya que las ruedas giran en el sentido contrario a las delanteras, y a alta velocidad giran en el mismo sentido, lo que hace que tengas la sensación de que el coche es más pequeño de lo que realmente es y por ello entre mejor en las curvas, sobre todo si decides conducir por un puerto de montaña.

La dirección es uno de los puntos a mejorar en este Audi, pero no solo en este sino en todas las versiones S y RS ya que, aunque con comunicativos, para nuestro gusto disponen de demasiada asistencia electromecánica y por ende la dirección no es lo dura que debería de ser.

Además de los convencionales modos de conducción que podemos encontrar a través del Audi Drive Select, el Audi RS6 dispone de dos específicos el RS1 y el RS2 que permiten de forma individual configurar elementos como la propulsión, el tren de rodaje, la suspensión o la dirección. Por decirlo de la alguna manera podemos configurar un modo extremadamente deportivo con el que podemos acceder a través de una sola tecla, o bien, configurar un modo de confort para cuando viajemos por ejemplo por autopista.

¿CONDUCIR O PILOTAR?, DIFICIL ELECCIÓN

Cuando te enfundas en los semi baquets del Audi RS6, pulsas el botón de start y escuchas el sonido del motor V8, un escalofrío recorre tu cuerpo. Sabes que estás sentado ante un deportivo que no es uno más, sino el deportivo familiar por excelencia, y solo por esa razón, tus emociones forman parte de esa experiencia de conducción.

Lo primero que te viene a la cabeza es, ¿hacemos un launch control?, sabemos que tenemos 600CV bajo el pie derecho y una capacidad de tracción sin igual, y como no, una cifra de 3,9 segundos a la que nos encantaría llegar, pues allí vamos. La aceleración de este coche es sencillamente fulgurante, quedándote atrapado en el asiento del conductor sin poder despegar la espalda, y cuando menos te lo esperas, ya vas a más de 100 km/h. El sonido que acompaña a esta maniobra es música celestial para el oído de cualquier mortal, más si cabe, si además lo ensalzas con una sonrisa en la cara, que ríete de la del mismísimo Joker.

Dejando atrás algo que teníamos que hacer de forma obligatoria, os diremos también que en este coche no todo es brutalidad, que está pensado también para ser una cómoda berlina familiar con la que hacer kilómetros es una delicia, pues llega a ser muy confortable, sobre todo si viajas por autovías o autopistas a velocidad de crucero, donde, además, el sistema de desconexión de cilindros desactivará 4 de los 8 para minimizar así el gasto de combustible. Ahora bien, sabes que, si en cualquier momento necesitas potencia, el Audi RS6 responderá con una efectividad pasmosa.

Entramos en el que es su hábitat natural, una revirada carretera por la que recorreremos una ruta de 18 kilómetros de sinuosas y reviradas curvas de todos los tamaños. Activamos el modo Dynamic a través del Audi Drive Select, para posteriormente pulsar el botón mágico del volante donde podemos leer, RS MODE, activamos todos los sistemas que convierten al RS6 en una tabla, pues todo el conjunto va ganando rigidez, y empieza la acción. Empezamos a entrelazar curva tras curva, sin importar el radio de giro, si es más o menos cerrada, pues este coche sortea todo lo que le pongas por delante.

Es preciso como el bisturí de un cirujano, tan solo tienes que apuntar con la dirección la entrada de la curva y el resto lo hace él solito. La capacidad de tracción es abismal, y cuesta la verdad sacarlo de sus casillas, aunque si desactivamos el control de tracción, y el sistema quattro empieza a enviar el 85% del par a las ruedas traseras, es cuando a salida de las curvas, vas dejando en el asfalto dibujado un hilillo negro, aquí, es cuando empiezas a temer que ya no estás conduciendo, sino más bien pilotando. El eje trasero direccional, cumple con su cometido, y hace que en las curvas más rápidas tengas la sensación de que llevas un coche un pelín más corto de lo que realmente es. Apenas hay balanceos de una carrocería que mide casi 5 metros de largo, y de una masa de 2,1 toneladas que parece no tener fin.

Todo en este coche está pensado para que puedas disfrutarlo en cualquier escenario, pero realmente, donde puedes sacar lo mejor de todo el conjunto, de la perfecta simbiosis entre chasis y mecánica, es en una buena carretera como la que utilizamos para nuestra prueba. Sinceramente, os podemos asegurar que pocos coches son tan efectivos como este, incluso la sensación dinámica nos ha parecido más efectiva que la de un RS4, que ya es mucho decir.

Acelera, gira, traza y frena, ¿qué más se le puede pedir a un coche familiar?, quizás a vosotros se os ocurra alguna pregunta, así que dejamos el consultorio abierto para haceros partícipes de esta experiencia a bordo del Audi RS6.

CONCLUSIÓN

Habéis visto a lo largo de la prueba que casi todo son elogios para el Audi RS6 Avant, y es que este coche, es el favorito de un servidor. Por nuestras manos han pasado muchísimos deportivos de la talla de este, pero sinceramente y pensando de forma racional, este sería el coche que ocuparía la plaza número 1 de nuestro garaje ideal, por muchos de los argumentos que os hemos comentado a lo largo de la prueba, pero sobre todo, porque tendrías un familiar capaz de plantarle cara a cualquier biplaza del mercado, y no malinterpretemos este comentario como temeroso, con los niños en las sillitas disfrutando de lo que podría hacer papá o mamá al volante.

Hay quien dice que el RS6 es desmesurado, que con un Audi RS4 tienes más que suficiente, pero os aseguro que no es así. Esta berlina tiene algo que te enamora cuando la conduces, pasando ya por alto lo que te entra por los ojos. Para nosotros es un coche que puedes utilizar a diario, cómodo para viajar y con cabida para compartir un viaje en familia, pero además es un digno deportivo para hacer un Track Day, o bien, para disfrutar de cada kilómetro que puedas recorrer por cualquier puerto de montaña que te puedas encontrar en tu camino.

Escrito por, Miguel Angel Solá

Agradecimientos

  • Audi España
  • Omya Clariana
  • Fotografías: Cristóbal Arjona

 

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